Capítulo.8

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Los pequeños puntos iluminados por él cielo era lo más hermoso de la noche, él ver la estrellas en aquél cielo oscuro qué sé reflejan por la pequeña ventana. Era una tranquilidad hermosa para un lugar así, él ver a su amigo en ése estado, era doloroso, mantenía la esperanza de qué volvería a ver esa sonrisa en su dulce rostro, la mayoría del tiempo sólo recordaba los momentos en él qué él lo ayudaba, era una luz en aquél lugar tan desastroso, si tan sólo no hubiera salido a patrullar él pueblo en su forma nocturna para así no haber dormido casi todo él día, podría haber detenido al culpable y haberlo salvado.
La culpa era algo qué lo carcomia por dentro, sus pensamientos ahora sólo reflejaban sus dudas, miedos, su desesperanza a qué él no sigua su lado.
Las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas de forma inconsciente, mientras murmura cosas sin sentido. Estaba tan absorto a ésos pensamientos qué no escuchó en él momento qué abrieron la puerta de aquél lugar, aquél joven híbrido se sorprendió al verlo llorar mientras murmuraba.
-Vegetta.-Susurra suave mientras se acercaba él.
Él tardó unos segundos en reaccionar, su mirada sé dirigió a él, ésa mirada llena de dolor y tristeza hacía qué su alma sé partiera en dos.
-No llores Vegettita.-La dulzura de su voz era para calmar esa tristeza, mientras cogia sus mejillas con suavidad.
-Rubius, no quiero qué sé valla.-Su voz rota salió en aquél murmuro.
-Lo se, pero hay que ser fuertes, aún está con nosotros.-Intentaba animarlo mientras acariciaba sus mejillas con suavidad.
Sus lágrimas caían por su rostro mientras que el joven híbrido de osó lo intentaba animar con algunos mimos y cariños hacía él pelinegro.
Las horas pasaban, media noche, para el doctor de la consulta era lo peor, por más qué buscará no encontraba nada en sus libros para mantener con vida a su amigo, su frustración aumentó a un punto lanzó su taza de café a la pared, no quería perder a dos personas, perdería a Luzu y Lolito ya no sería él mismo, no quería qué pasara nada de éso, quería ver los disfrutar de su vida, quería ser el que acompañé a Luzu al altar aún qué su pecho le doliera, quería lo mejor para ellos dos. Sus pensamientos estaban demasiados dispersos pensado cada cosa qué nunca supo qué él de cabellos anaranjado y el joven de lentes llegaron a la consulta.
El joven de cabellos naranjas corrió hacía la habitación de su pareja, al entrar ignoró completamente a los presentes y sé sentó en el suelo mientras tomaba su mano con suavidad.
Los presentes sabían qué había qué dejarlo sólo, así qué salieron de la habitación en silencio, mientras él de cabellos naranjos miraba a su pareja mientras acariciaba sus mejillas pálidas.
-Luzu se qué me escuchas.-Su voz era suave mientras le acariciaba su mejilla con sumó cuidado.-Se que no es él mejor momento, pero tengo qué decirte algo muy importante.-
En su interior sabía que su pareja lo escuchaba, pero aún así su tristeza al verlo tan indefenso y sin esa hermosa sonrisa lo destrozaban por dentro.
-Así qué por favor despierta.-Su voz suave era suplicante mientras dejaba de acariciar su mejilla para coge su mano y darle un beso suave.-Despierta mí vida.-
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Estaba apuntó de llegar hacía él, pero la luz lo atraía, no quería irse, su vista sé volvió borrosa por las lágrimas al ver qué poco a poco él joven de cabellos naranjas empezaba a desaparecer, su desesperación aunmento más, sus movimientos se volvieron bruscos por la de desesperación, quería ir con él, aún no sé quería ir, quería vivir más aventuras con su compañeros en aquél pueblo, quería ver a Manolo, a Lana, sus amigos, pero sobretodo quería ver a su pareja, a ése joven qué ganó su corazón justamente y limpia mente, por qué cada vez qué lo veía su corazón latía con rapidez, sus mejillas se volvían rojas, sus nervios florecían cómo si tuviera un jardín en su estómago, sus ojos brillaban al ver ésos ojos esmeraldas tan hipnotizantes para él, todo su ser pertenece a una sola persona. Y ésa persona es y siempre será Lolito.
-¡¡Quiero volver con Lolito!!-Gritando con su voz rota por el llanto y la desesperación, mientras recuerda todo lo que pasó en su vida, lo qué pasó con su pareja.-¡¡Quiero despertar y ver a Lolito!!-
Cerró los ojos mientras estaba intentado llegar hacía su pareja qué estaba desapareciendo poco a poco, su mente ya estaba pensando qué no lo lograría llegar a él, pero abrió los ojos de sorpresa al sentir una mano en su espalda empujándolo lejos de la atracción de la luz blanca. Al mirar hacía atrás con sus ojos llorosos vio a una figura conocida, ése casco, ese traje negro con toques verdes.
-Aun no es tu hora compañero.-Aquella voz tan lejana y tranquila se le hacía muy conocida.
-Stax.-Un susurró salió de sus labios al ver como aquella figura empeza a desapareder en pequeñas luces blancas.
-Ve con ellos Luzu.-Fueron sus últimas palabras antes de desaparecer por completo en esas luces blancas.
Sin perder tiempo, corrió hacía al joven de cabellos naranjos mientras cada sentimiento negativo desaparecen de su interior. Un abrazo le dio al joven de cabellos naranjos, aquél sentimiento cálido inundó todo su cuerpo, pudo sentir los brazos del contrarío rodeando su cintura mientras lo abrazaban, pudo ver como el y cada uno de sus compañeros volvían, pero su mirada sólo estaba centrada en él rostro de su pareja con esa sonrisa qué tanto amaba, a lo qué sin evitarlo depósito en su rostro varios besos suaves.
-Vamos a casa Luzu-Fue lo último qué pudo escuchar de su hermosa voz.

-Despierta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora