Había terminado de comer y se dirigió enseguida al cuarto de baño. Se acomodó en el frío suelo que a pesar de ser verano su temperatura era muy baja. De repente el agudo “ding dong” de la puerta sonó. Su abuela abrió la puerta y fíjate,eran los padres de Mía. Tan sólo habían pasado dos días desde que ella se había ido al pueblo,era muy raro que sus padres fueran a verla. Desde el baño esuchaba la floja voz de su madre. Cuando Mía salió por la puerta del baño pudo observar los rostros tristes y pálidos de sus padres. Tomó en ausencia a su hermana,Maggie. Se dirigió a ellos y enseguida su madre rompió a llorar.
Tranquila cariño,ya pasará...-dijo Jesús,su padre, mientras rodeaba a su mujer con el brazo.
Mía observaba terriblemente extrañada a sus padres y obviamente esperaba una explicación.
Tomemos asiento,vamos al salón.-dijo su abuela.
Cuando todos tenían un sitio su padre comenzó a explicar a Mía qué sucedía.
A ver Mía...cómo te explico...pues tu hermana ha caído en una grave enfermedad y...sólamente se puede tratar en Amsterdam. El doctor Fernández está intentando mantener a Maggie fuera de cualquier peligro que trate con la enfermedad hasta que nosotros podamos arreglar los asuntos de la mudanza. No se sabe cuánto podrá mantenerla segura,nos han dado tres semanas para organizar todo e irnos.
Mía miraba estupefacta a ambos padres. Quedó en estado de shock,no reaccionaba. Poco a poco la vista se le nublaba y sentía cómo su cuerpo deslizaba lentamente hasta tocar el duro y helado suelo. Se desmayó. Cuando abrió los ojos estaba en la camilla de un hospital. En la habitación permanecía su madre,Vicky,sentada en uno de los incómodos sillones de aquel antro.
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Grito al vacío.
Teen FictionMía era una chica muy encantadora,amable,generosa...Tenía 15 años,su vida era perfecta aunque todo esto cambió aquel martes 13. Ella iba a prender un viaje desde el centro de Madrid donde vivía con sus padres a Mallón, un pueblo de A Coruña donde su...