03 Crossover

348 37 5
                                    

♥♥♥♥♥♥

SNK x Disney

"Asche"
from

"La cenicienta"

♥♥♥♥♥♥

"Hijo mío, sigue siendo siempre bueno y piadoso. Yo velaré por ti desde el cielo, y me tendrás siempre a tu lado."

Aquellas palabras siempre sonaban en sus pensamientos, como pequeños y suaves murmullos, cual si fuese el canto de un ángel. Haber perdido a su madre fue como haber perdido la mitad de su alma, lloraba cada noche intentando contar las estrellas, en un vago intento por mantener su mente ocupada, lo único que le acompañaba era el recuerdo de sus padres, porque sí, su papá había fallecido misteriosamente después de haberse casado con una dama viuda que tenía dos hijos.

—¡Bertholdt ve a lavar la loza! ¡Rápido!— sentenció uno de sus hermanastros, todo el tiempo era así, esos hermosos ojos de selva siempre se veían opacados por las cenizas que manchaban sus mejillas. 

—Voy... — respondió con pocas ganas saliendo de su pequeño escondite, si es que el ático de aquella casa pudiese ser considerado como uno. 

El moreno bajó las escalerillas dando suaves pasos, al tiempo que jugaba con sus manos con cierto temor, sinceramente los gritos que recibía le ponían los nervios de punta, incluso una mirada de su madrastra era suficiente para hacerle temer. 

Caminó por el pasillo entre la sala y la cocina, dirigió su mirada hacia la ventana viendo como sus hermanastros se divertían montando a caballo, mientras que su madrastra simplemente estaba allí bajo una enorme sombrilla. Dejó escapar un suspiro fantaseando con una vida lejos de aquel suplicio, le dolía el alma no tener una familia, él solo era el sirviente. 

Suavemente llegó al medio del salón con su mente aún envuelta en miles de pensamientos, sin embargo, un llamado a la puerta le hizo volver a la realidad, en un trote se dirigió hacia allá para atender finalmente con una sonrisa.

Porque debía seguir siendo siempre bueno y piadoso; su madre se lo había dicho casi en su lecho de muerte.

Al abrir la puerta, dos guardias reales le saludaron entregándole una invitación para un baile que se celebraría en el castillo dentro de dos días, el príncipe buscaba pareja y todos los muchachos y muchachas del reino estaban invitados.

Bertholdt tomó aquella carga y agradeció con amabilidad, como solía hacerlo, incluso le daba los buenos días a los gorriones que llegaban a comer las migas de pan que su madrastra tiraba por la ventana cada mañana.

Llevaba aquel sobre con aspecto de marfil entre sus dedos, hasta podría jurar que ese papel tenía un sutil aroma a pan de canela. Hasta parecía mágico... dejó escapar un suspiro mientras acercaba su nariz al borde del sobre, tenia un sellado de cera con el escudo del reino, en retrospectiva era bellísimo.

—Entrégame eso...—demandó aquella malvada mujer llegando por la espalda del moreno para posteriormente ponerle una mano sobre el hombro ejerciendo algo de presión. 

—P-pero es para todos...—susurró un tanto temeroso.

— Bertholdt....—susurró la mayor mientras le veía con ojos filosos, a lo que Hoover no pudo hacer más que atender a sus órdenes.

Ella simplemente tomó aquel sobre y lo abrió leyendo en voz alta todo lo que estaba descrito en dicho folio, para posteriormente pavonearse por la sala seguramente imaginando a sus hijos casados con gente de la alta sociedad. 

◌🌺◌

Y como era de esperarse el día llegó, trayendo consigo la emoción de sus hermanastros, ellos tenía trajes nuevos y elegantes, mientras que Bertholdt apenas si había podido rescatar las prendas de su padre. Se vistió lo mejor que pudo mientras su inocente conciencia le decía que podría ir por lo menos unos cinco minutos, sin embargo, los ojos de sus madrastra nuevamente se pusieron sobre él. 

— ¿A dónde crees que vas con esos harapos....?—preguntó ella viéndole con notable desdén.

— Al baile, todos los jóvenes del reino están invitados....—murmuró dejando escapar un pequeño suspiro.

—¿Y er el ridículo del reino....?—susurró la mayo aún sin cambiar esa expresión de hastío, lentamente se acercó al moreno para colocarle una mano en el hombro, apretó con fuerza la tela de la manga de aquel hermoso saco azul —. Además, tu traje está roto...

—¿Dónde...?—preguntó el de fanales esmeralda con una muy clara inocencia.                    

—Aquí...—dijo ella antes de acabar rompiendo la manga de aquel saco. 

Los ojos del moreno vieron con horror lo que aquella bruja había hecho, nunca había creído que en este mundo existiera alguien tan cruel.

—¿Qué ha hecho? —cuestionó entre sollozos—. ¡Es el traje de mi padre! ¡Es lo único que tengo!—exclamó impotente.

—Ese no es mi problema....—respondió echando su cabello por sobre sus hombros—. Ahora ve a trabajar, hay mucho que hacer...—ordenó pasando de largo.

Berth creyó que eso sería todo, sin embargo, su hermanastros terminaron por ensuciar su traje con las cenizas de la chimenea.

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras negaba con la cabeza, definitivamente no había peor castigo en la vida que seguir en ese lugar, cerró sus ojos al tiempo que los sollozos salían casi involuntarios, estaba derrotado.

"Hijo mío, sigue siendo siempre bueno y piadoso. Yo velaré por ti desde el cielo, y me tendrás siempre a tu lado."

No podía olvidar las palabras que su madre había dicho aquella vez, pero, se estaba cansando de ser bueno y piadoso, quizás ser tan buena persona haya sido su peor error.

Desde la ventana logró ver un suave destello que provenía del patio trasero, como una bola de luz que se acercaba rápidamente. Berth caminó a hurtadillas mientras trataba de mantener la calma.

— ¿Q-quién anda ahí....?—preguntó un poco asustado.

—Berthy.... Querido... —susurró una voz tierna y amable—. Necesitas ser feliz —murmuró sin más antes de lanzar destellos de colores que le devolvieron el encanto y esplendor a esas prendas que llevaba puestas—. Date prisa..., el carruaje te espera afuera.

Berth no sabía que había pasado, pero por arte de magia estaba vestido elegantemente y hasta tenía un hermoso carruaje con hermosos decorados, agradeció echándose a correr, rápidamente subió aquella carroza.

—¡Date prisa....!—exclamó aquella hermosa voz—. ¡Solo tienes hasta media noche!

De un momento a otro los caballos se echaron a correr.

◌🌺◌

Continuará...

"Sieben" [ReiBert] #REIBERTWEEK2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora