Los Lugares Del Placer

Hermanastros

Todavía recuerdo el día en el que tu padre se casó con mi madre, teníamos 20 años y estábamos muy borrachos.

Tú ibas con pajarita y yo con corbata pero dio igual ya que ambas fueron usadas para atarte a mi cama.

Todavía recuerdo lo sexy que estabas y como te me insinuaste. Te pasaste toda la noche bailando con las chicas que te presentaba mi madre y las besabas muy cerca de los labios para molestarme. Yo jugaba a no mirarte y tú jugabas a que yo te viera, y al final no aguanté más. Me fui. Tú me seguiste.

Recuerdo esconderme en el baño del hotel para evitarte, y recuerdo como tú entraste y me besaste, después me empotraste contra la pared y me metiste dentro del váter. Ambos sabíamos a alcohol y libertad.

Te besé el cuello y te metí la mano en el paquete. Tú me agarraste la cara y de la cintura y volviste a adueñarte de mis labios. Como si echases de menos algo que nunca antes habías probado.

Yo sin embargo para ese momento no quería ir lento y te desordené la ropa buscando tocar todo tu cuerpo. Llegué a tu pene y lo liberé con rapidez e intenté agacharme a probarlo pero tú no me dejaste. En vez de eso quisiste que igualásemos condiciones y con la boca abriste la cremallera de mis pantalones para darme placer.

Tu boca en mi polla y mi mano en tu cabeza eran lo mejor de esa noche y tú lo tenías claro así que te deleitaste en ella hasta que estuve a punto de caramelo y entonces paraste porque tú también querías de lo tuyo y yo te lo di. Mientras te miraba, saboreaba cada centímetro de tu duro pene y me acariciaba a la vez pero no demasiado pues no quería ser el primero en acabar. Por eso decidí jugar sucio y estimular tu punto P con mis manos, mientras que con mi lengua humedecía tu glande y con mi boca succionaba y bajaba a la vez. Al cabo de unos minutos noté tu inquietud y pasé a usar mi mano para poner mi boca a la altura de tu oreja y ahí, mientras cada uno masturbaba al otro, gemirte de placer. 

Así fue como nos corrimos la primera vez y como me suplicaste que te llevara a mi cama y te atara al cabecero hasta morir de placer.