3. Andén 9 y 3/4

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Llegó el día que todos estaban esperando. Hogwarts estaba cerca, podían olerlo y sentirlo, ya estaba la emoción recorriendo por todo su cuerpo. 

Aries fue el primero en llegar en la estación. Estaba más que emocionado porque iba a poder estar con su prima Tauro y podría vivir muchas aventuras, cosa que le gustaba. Él se caracterizaba por su amor al riesgo, y no buscaba la hora de llegar y meterse en problemas. 

- ¡Aries! - Al escuchar una voz familiar a sus espaldas, el pelirrojo se dio media vuelta y una chica pelirroja corrió a lanzarse sobre sus brazos. - ¡Estás aquí! 

- ¡Tauro! - Sonrió el pelirrojo, aun sin separarse de los brazos de su prima y, una vez que estos dos se separaron, se miraron con una sonrisa. 

- No veo las ganas de poder llegar al banquete. - Saboreó Tauro, soñadora y oliendo ya la comida que iba a devorarse más tarde. - Dijiste que las comidas ahí eran exquisitas, ¿verdad? - El pelirrojo asintió. - ¡Pues más razón para ir! 

- Ya empiezas a sonar como el primo Ron, Tauro. Ustedes dos tienen algo con la comida e, incluso, ya los veo casándose con ella. 

- ¡Ya, no seas exagerado! - La pelirroja le dio un golpe amistoso a su primo, quien estaba estallando en carcajadas por hacerla molestar. - ¿Y tú? ¿Estás listo para ir?

- Sabes que sí. - Asintió Aries, sonriendo. - Digo, las clases serán aburridas, menos la de vuelo, claro. Lo que yo quiero es molestar a los profesores y meterme a algún duelo, ya sabes que me gustan los retos. 

En una parte más alejada de los Weasley, Cáncer y Libra se estaban despidiendo de sus familiares, Cáncer era el más deprimido de la situación, él nunca había tanto tiempo separado de su familia, iba a ser muy difícil para él. 

- ¡No puedo creer que no los veré hasta navidad! - Dijo con un sollozo el castaño, mirando al piso con cierta tristeza. Su madre sonrió y le levantó el rostro. 

- Te prometo que el tiempo pasará tan rápido que no te darás cuenta de que no estamos, además, estarás con tu prima Libra, sé que se divertirán juntos. - La señora Longbottom abrazó con fuerza a su hijo por última vez y, luego de un rato, se separaron y Libra se llevo a Cáncer a rastras para poder ir a subir al tren. 

- Sigo sin tener muchas ganas de ir, Libra. - Suspiró Cáncer, ya rendido a forcejear pues la pelirroja era más fuerte que él. 

- ¡Ya, no estés triste, anímate! Podremos pasar más tiempo juntos, haremos muchos amigos, verás animales... ¡mira, ahí hay dos chicos de nuestra edad! - Libra señaló a dos pelirrojos que se estaban riendo. - Tal vez sean de nuestro año, ¿por qué no vamos con ellos?

- Bueno, está bien, se ven agradables. - Con una sonrisa, Libra tomó la mano de su primo y lo llevó hasta los Weasley que se estaban riendo. 

- Hey, ¿y a ti qué te pasó? - Le preguntó Tauro a Cáncer al notar que el chico tenía los ojos llorosos. 

- ¿Quién fue? ¿Fue alguien, no es así? - Gruñó Aries, apretando sus puños y empezando a sentir la ira correr por sus venas. - ¡Dime quién es y me lo cargo a golpes! - Cáncer rió un poco, quitándose las lágrimas. 

- No, no fue nada de eso. Es que nunca pasaré tanto tiempo lejos de mi familia como lo haré en Hogwarts... - Dijo el chico con un deje de tristeza, a lo que Tauro le sonrió y le puso una mano sobre el hombro. 

- ¡No estés triste! Aries me contó que en Hogwarts nos pondrán en unas casas que se volverán como nuestra familia, tal vez te puedas sentir como en casa... ¡y las comidas ahí serán deliciosas también!

Los signos en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora