1. Las cartas de nadie

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Una mañana como cualquiera, doce chicos comenzaron a recibir unas extrañas cartas que venían dentro de un sobre grueso y pesado, hecho de pergamino amarillento y la dirección de sus hogares estaba escrita con tinta verde esmeralda. No tenían sello. 

COLEGIO DE HOGWARTS DE MAGIA 

Director: Albus Dumbledore. 
(Orden de Merlín, primera clase,
Gran hechicero, jefe de magos, 
jefe supremo, confederación 
internacional de magos). 

Querido señor/señorita (signo del zodiaco): 

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio de Hogwarts de magia y hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de Julio. 

Muy cordialmente, Minerva McGonagall,
directora adjunta.

Aries fue el primero en recibir la carta con una gran sonrisa en su rostro. Sus padres no eran ambos magos, su madre era una muggle y su padre era mago, quien le había contado sobre el mundo mágico cuando cumplió apenas cinco años. Lo habían llevado a conocer también a sus primos, los Weasley, que eran magos igual que él. También tenía a su otra prima, Tauro Weasley. Ambos cumplieron once años ese año y estuvieron esperando el momento de su carta durante todo el año. Cuando Aries gritó, su madre se espantó y subió al cuarto preocupada. 

- ¡Ya llegó, ya llegó, ya llegó! - Gritó Aries Weasley, mirando emocionado a su madre y corriendo a abrazarla con fuerza, quien aun seguía confundida y espantada. 

- ¿Qué llegó? ¡Pensé que te había pasado algo porque gritaste! 

- ¡La carta! ¡Llegó la carta para Hogwarts! ¡Me aceptaron, mamá! ¡Podré ir a vivir aventuras, podré hacer magia sin que me digan que no! - Gritaba Aries, emocionado. Su madre se permitió dar un suspiro de alivio por saber que su hijo no había pasado otro accidente, ya saben, de lo impulsivo que era había tenido muchos accidentes en su casa. - Ya quiero ir a clases de vuelo, seré un golpeador como papá, ¡ya quiero llegar! - Decía impaciente el pelirrojo, a lo que su madre rió. 

- Ya, deja los gritos para después, Aries. Ahora debemos de bajar a cenar. 

Pero Aries no podía calmarse, estaba ansioso por ir al castillo, quería vivir aventuras, divertirse y hacer magia sin que sus padres le digan que no que porque era peligroso. Y, además, podría ir a clases de vuelo y meterse en algún duelo de magia, su padre lo había estado preparando para eso y ya no quería esperar la hora de que llegara el día. 

Por otra parte, en la casa de Tauro Weasley, la chica estaba teniendo su cena justo en el momento en que una lechuza entró volando suelta por su casa y se estalló contra el plato de su comida, haciendo que se manchara todo su rostro. 

- ¡No, mi cena! ¡Estúpido pájaro! - Maldijo la pelirroja, tratando de sacar a la lechuza que salió asustada de la casa. Tauro rodó los ojos, suspirando y tomando la carta que había caído al suelo. - ¿Qué es esto? - Dijo curiosa la chica, desenvolviendo el sobre. 

Tauro era una chica nacida de Muggles, pero sus padres estaban enterados del mundo mágico por su familia, los Weasley. Tauro se enteró un poco tarde acerca de la magia, su madre era la que sabía debido a su hermano que era mago, y luego ella le contó de la existencia de magia a su hija y esposo, aunque aún no sabían mucho sobre Hogwarts. 

- ¡MAMÁ! ¡¿QUÉ ES ESO DE HOGARTS?! 

Cuando su madre bajó y le explicó todo a Tauro, la chica ya no supo qué pensar. Nunca se imaginó que ella podría ser una bruja, pero luego de que su primo Aries le dijera por llamada que los banquetes eran exquisitos, ya no esperaba las ganas de poder llegar. 

Los signos en Hogwarts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora