El Escape: Krystal Eclips

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Siento y escucho mi entorno diferente... Esta sensación... Es, diferente. Algo está por suceder.
No puedo ver lo que hay frente a mis ojos desde hace mucho tiempo, aún así se lo que sucede a mi alrededor, es por eso que percibo cualquier cambio, por muy poco que sea, lo sé.

     Empezaba a anochecer, me hacía saber que me he quedado otro día más en este lugar, hundida por la próxima marea que subiera, y sin poder escapar; pero en un momento, sentí algo que me atravesó completamente. Energía que se había expandido de, aparentemente, muy lejos. Fue entonces que unas risas en mi cabeza resonaban, eso era una mala señal; el sello se ha roto.
No es algo que se pueda saber con certeza estando aquí, pero lo sentía en mi propio ser.
Me intrigó esa sensación, ¿Como fue posible que encontraran las tres mascaras y las unieran? ¿Quien lo hizo? Era claro que debía escapar ya antes de que fuera tarde.
No sé cómo, ni porqué sucedió, pero sabía que sucedería algún día.

     Estaba tan débil, tan cansada que apenas podía moverme. Las vendas de mis ojos me quite, y sacudí el polvo en mi cabello. ¿Este lugar se veía así? Apenas podía recordarlo ...
La mirada levanté y la tenue luz de luna me segó. ¿Como era posible? Apenas podía abrir mis ojos.
Es tiempo de irme de este lugar. ¿Pero como? Apenas tengo fuerza para levantarme.
Mis poderes elementales no servirán. Las cadenas frenaban mi poder mucho tiempo; podría intentar quitarme estás cadenas, pero tardará para que mis poderes se recuperen.

Tenía que apurarme, en estos días la marea sube; observé que las cadenas ya estaban viejas y oxidadas, así que use toda la fuerza que tenía para romperlas. Mire el faro una vez más, intentando ver si habría algo, pero no había nada aquí, todo quedó olvidado: sin comida, ni agua que intente hundirme, ni la luz del faro se encendía.

Estas son fechas donde la marea sube, y es un gran problema.
Aunque la marea subía y sabía que la habitación se llenaría de agua pronto, no quería levantarme, no podía hacerlo, en serio no podía. No tenía fuerzas para nada, solamente me llene de miedo cuando esta parte del faro se llenaba de agua; es una sensación horrible. Una pesadilla.
Aunque era libre de las cadenas, en mis muñecas seguía pegado el metal que frenaba mis poderes y no podía mejorar en la velocidad que esperaba. Debo ser paciente.

                                        [...]

     La marea me tiene temiendo desde hace semanas, en estos casos siempre me alcanzaba. Pero ahora no más.
Luego de esas largas semanas, mi cuerpo salado me podía responder mejor así que sin dudarlo, me puse de rodillas y gatée hasta unas escaleras que llevaban a la parte superior del faro. No pude subir después de 3 o 4 escalones, con solo mirar lo que faltaba no me daba para más, pero seguí, me tomo unas horas, pero pude llegar a la parte de arriba.

Encontré viejas tablas de madera y unas sogas, eso me dió la idea para poder salir de aquí. Las tomé y empecé a unirlas, trenzado y sujetando las sogas para unir las tablas de madera. Esto me tomo días para hacerlo y ajustarlo, el mismo tiempo que le tomo a la marea calmarse.
     Cuando las aguas estaban tranquilas, bajé lo más rápido posible a la orilla del mar; aunque este bote provisional pesaba bastante ante mis brazos, logré ponerlo a flote, subí a el y el viejo faro dejé, mi próximo destino: llegar a la ciudad de Stiix, es lo más cercano que me queda, recuperaré fuerzas e iré a buscar por todo Ninjago a Crystel.

Navegación, otro problema. En cierto modo no era difícil, me guíe con lo poco que se, pero los peligros estaban bajo los mares. Tampoco pensé mucho en eso, yo solo pescaba lo que había a mi alcance, el hambre es fuerte y te desconcentra.
Lo difícil ante todo eso, era que lo hacía casi a ciegas. Estos ojos deben recuperarse... Al igual que yo.
Los días naufragado me llenan de nostalgia y preocupación por mi hermana. ¿Habrá logrado escapar? ¿Y si no logro encontrarla? Esto es difícil, su lugar de encierro me la han ocultado, no sé nada de su ubicación. Ni siquiera se si está viva, pero aferro a mí la poca esperanza que me queda para encontrarla.

No importa que tiempo me tomé, no importa si necesite de ayuda.
La encontraré...

Ninjago: Las Gemelas EclipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora