Re-enamorar-Te by Melanie Chain

Capitulo 2: LE RUÉ DE LA FORTUNE

JUEVES 5 AM.

Suena el despertador, está vez más temprano, ¿Para qué? Ya lo veremos.

-Siento la necesidad de aprender a maquillarme hoy, hay un video sobre Liv maquillandome, quizás podría recrear ese make up.

*LIV ON THE RADIO* ¿Que tal mis Livers? Hoy estamos aquí con mi mejor amiga Megan Moon, ella es una tarotista con una belleza natural.
Hoy haremos un maquillaje bonito y facil para que el día en que Megan decida maquillarse para ella misma o para alguien más, lo pueda hacer.

7 AM.

- Okay... podría haber quedado mejor pero estoy aceptable para haberlo hecho 5 veces y fracasar, es increíble que tardara tanto en hacer algo tan simple como esto...

- ¿Que? ¿Son las 7? Diablos! Llegaré tarde y debo desayunar, pero al menos pude vestirme, con la misma ropa que ayer...

Megan tomó un trago de café y una rebanada de pastel de zanahorias y salió corriendo de su apartamento. Lamentablemente no tenía a su madre para que le avisara la hora ni le prepare el desayuno, afortunadamente su trabajo le permitía subsistir sola.
Ya en el camino se encontró a Liv...

- Ay por Dios... estoy cansadisima.
- Pero perrisima! Al fin te animaste a recrear el makeup que te hice.
- Si... nose porque, pero sentí la necesidad de verme más bonita hoy.
- Estas hermosa amiga, presiento que gracias a ti venderemos muchos libros hoy.
- Eres una demente.

La librería tenía un servicio de cafetería para aquellos lectores que se quedaban devorando un libro tras otro y bueno... a los cafés también.
Megan tenía un bello delantal color verde que combinaba con la estetica del lugar, y hoy tenía el puesto de camarera. El día de Megan sería igual a los demás de no ser por una visita inesperada...

- ¿Megan Moon? Por favor tráeme dos... ¿Que bebida me recomiendas para una cita?
- ¿Cameron Lee? Veo que aprovechaste los beneficios del club Collins VIP.
- Claro que si, no me lo perdería por nada del mundo.
- Respondiendo a lo de la bebida creo que un Frappe sería espectacular y le gustará a tu cita, créeme.
-Perfecto, ¡Liv! Traenos un café y un Frappe para mi cita - señala a Megan- y yo por favor.
-¿Que? ¿Yo, en una cita contigo? ¿En pleno horario de trabajo?
- El señor Collins y Liv son mis cómplices ¿O no?

¡Si! - dijeron Liv y el señor Collins al unísono.
- Si aceptas te regalaré el libro de "Mercuria"- agregó el señor Collins.
"Mercuria" de Melanie Chain era uno de los libros virtuales favoritos de Megan, lo había leído en Wattpad y jamás había sido publicado en físico hasta hace 2 días. Megan lo deseaba más que nadie.

-Esta bien, aceptaré el Frappe, hablaremos un rato y regresaré a trabajar.
-Lo que usted diga señora.
-Odio las citas formales ¡solo dime Megan maldita sea!
-Okay... ¿Señora Megan? ¡Solo bromeo!
- Más te vale o te costará.
-Eres hermosa enojada.
- ¿Eh? - Megan se sonroja.
- Emm... gracias Cam, tu también - dijo Cameron fingiendo una voz femenina.
- Eres un idiota - se produjo un silencio incómodo- ¡Y me encanta!

Luego de horas de risas, Megan se dio cuenta que estaban por cerrar, la pasaron tan bien que no vieron el tiempo pasar.

- Ay Dios, no puedo creerlo, estuve todo el día en una cita en el trabajo y no trabajé nada...
- No te preocupes, Ben y yo somos amigos, tenemos confianza como para realizar estos imprevistos como las citas.
- ¿Ya lo habías hecho antes?
- No, es la primera vez.
- Eso me hace sentir especial, gracias.
- ¿Te gustan los spaghetti?
-Me encantan.
-Entonces vamos.

Megan estaba tan bien que no rechazó la invitación. Ingresaron a un restaurante bellísimo, sencillo y minimalista, tenía luces colgadas en el techo muy bonitas. El ambiente era perfecto, había una atmósfera totalmente nueva para Megan, había risas y comodidad, como si sus almas se conocieran desde hace años.
Caminaron por las calles, era tarde... y al igual que ayer, comenzó a llover.

-Creo que me perdí el informe del clima - dijo Cameron.
-No te preocupes, yo me lo pierdo todo el tiempo.

Llovía muy fuerte y estaban llegando al departamento de Megan, corriendo en medio de la calle se detienen por un momento, sus miradas se quedan fijas en el otro y lentamente se desvían hacia sus labios. Inconscientemente sus manos están juntas, sus labios comenzaron a tocarse y a hablar en el idioma de los besos. Era el primer beso de nuestra Meg y en la lluvia... ¡Eso pequeña!

Cameron se va y Megan ya en su departamento, toma un baño de burbujas, e inocentemente descubre su automasaje con final feliz.