UNO

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UNO

¿Has visto salir al sol? ¿Ya has visto, acaso, lo hermoso que es el cielo pintado de naranja combinado con el rojo?

El cielo se vuelve fuego. Se ve caliente, parece que quema. Y eso sucede día con día, a las 6 y de nuevo a las 6. De un lado y después del otro. Todo el tiempo, ¿y luego qué? Luego a dónde vamos todos nosotros...

Pero si piensas a fondo en eso, la mente se te hace telarañas, te mareas, te sientes extraña y vienen a ti más preguntas, a las que les puedes dar respuesta pero ninguna es satisfactoria. Y todo esto se llama vivir.

Y apesta.

Pero qué más da.

Tal vez mi vida no tiene sentido, tal vez por eso pienso en esto. Eso dijo el psicólogo en la escuela, cuando me quedé callada en una de las citas semanales que tiene con cada uno de los alumnos. Y es que justamente ese día Emma había derramado su helado de fresa en mi blusa nueva recién comprada en Dior en las ofertas de invierno, después mi examen de álgebra apareció con un enorme 7, y por si fuera poco, mi mejor amiga no vino a clases. ¿Podría salir peor?

Sí, siempre puede ponerse peor.

—   Y bien, estás son las calificaciones del tercer parcial. Estoy realmente decepcionada de algunas... personas —Clavó su mirada en mí. Sé que no estuve tan presente  en la mayoría de las clases, y que no cumplí con todos los trabajos, pero tengo un 10 en el examen. — El examen sólo vale el 20%, siempre se los he dicho. —Mierda. — Pasen conforme los nombro y luego pueden retirarse. —Comenzó desde la Z a la A — Simmons Joseph... Simmons Leonard... Felicidades, Leonard... Roswell Iris... —Caminé hacia la profesora Sam. Cuando estuvo a punto de darme mi boleta de calificaciones, la retiró. — Quiero saber qué pasó contigo. Tienes diez en los dos parciales anteriores, ¿qué pasó?

—   Solo... dígame, qué hay en mi boleta.

—   Un 6.

—   ¿Qué?

—   Sí, qué. —Me observa molesta. Y a todo esto, ¿por qué le importa tanto? Digo, no es que realmente sea brillante. No pasa nada. — Escucha, ya llamamos mucho la atención de tus compañeros. Sal y regresas en 10 minutos, ¿oíste?

—   Pero tengo que llegar a casa an-

—   10 minutos.

—   Ok, ok...

Y así fue el resto de la semana:

—   ¿Por qué tienes un 7? Iris, eras una alumna brillante.

—   ¿Qué pasó contigo?

—   Quiero que sepas que puedes confiar en mí, si tienes problemas en casa, puedes acercarte y contarme.

—   Iris, el amor... es algo que llega tarde o temprano. Concéntrate en las cosas que son realmente importantes, no digo que enamorarse no lo sea, pero, ¿cómo será tu futuro si no tienes una profesión?

Mi futuro, ¿realmente tengo uno? ¡Vaya, no debería de preocuparme por estas cosas! Realmente estoy chiflada. Es que ninguna chica de mi edad lo hace, ¿o sí? ¿Y acaso luzco enamorada? Porque ni si quiera hay un chico que llame mi atención.

Claro, yo y mis expectativas altas. Mamá cree que no llegaré tan lejos si sigo así. Y exactamente, ¿adónde quiero llegar?

Me detengo. Si darme cuenta, ya había llegado al lago, y tenía la impresionante vista del sol saliendo frente a mí. Suelo correr todos los días, desde las 5 am al bosque. Y luego está éste hermoso lago, y detrás de todas esas montañas, el sol saliendo. Sus rayos que me dan en la cara, y me hacen sonreír.

Hay personas que se inspiran viendo el sol salir, o que creen que hay una razón para vivir la vida por la simple razón del que sol sale para iluminar nuestras vidas. Yo ni si quiera sé lo que siento al verle salir, sólo sé que... que me hace sentir, de alguna manera, completa. Es como ver fuego, tanto fuego, tan lejos. Algún tipo de poder que podría ser mío y...

Giro rápidamente, sentí la mirada clavada en mi espalda. No hay nadie. ¿Ahora sí me estoy volviendo loca?

Miro el reloj de mano y noto que ya son las 6:30. Mierda, llegaré tarde a la escuela. Corro rápidamente a mi casa, sintiendo mis pulmones cansados debido al asma, y llego en 10 minutos. Vaya récord. Aún mejor, una ducha de 5. Solo 20 minutos para llegar a la escuela, ¡puedo hacerlo! Y tan solo voy a medio camino, y me quedan 5 minutos, así que corro lo más rápido que puedo sin importar que el aire no logra entrar a mis pequeños pulmones. La puerta se cierra, oh, gran, mierda.

—   Charlie...

—   Lo siento.

—   Por favor, por favor.

—   Tendrás que quedarte afuera esta vez.

Saco el celular y llamo a mi madre.

—   Me he quedado afuera del colegio. Solo llamo para que no estés molesta, se me hizo tarde. ¡A todos nos pasa, ¿de acuerdo?! Bueno, solo eso.

—   Y tienes menos de 8 en todas tus materias.

—   Sí...

—   Y llegas tarde.

—   ¡Pero no reprobare el semestre!

—   Iris, está bien. Solo... tranquila. No siempre pasa, ¿de acuerdo? Confío en que regresaras a casa y estarás haciendo algo productivo, no perdiendo el tiempo en algún centro comercial o viendo películas románticas.

—   ¿Qué? Oye, mamá...

—   Ninguna de esas dos cosas te gustan, lo sé. Era una pista.

—   ¿Una pista?

—   Deberías hacer alguna de esas cosas no permitidas.

—   ¿Qué te pasa?

—   Tengo mucho trabajo. Hablamos cuando llegue a casa. Cuídate. Te amo. —Y cuelga.

También te amo, mamá.

 ¡Hola! Wow, gracias por los votos. Bueno, dejo en multimedia lo que vendría siendo el tema de esta historia. Let the flames begin - Paramore.

Un beso. 

Kathoo

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