Me quede sentada contemplando mis lágrimas y recordando mis últimos momentos en casa.
Me avisa el agente de paz que tengo otra visita esto me sorprende porque Creí que ya habían pasado todos pero al abrir la puerta era Finnick. Salí corriendo a sus brazos y mis lágrimas comenzaron a brotar.
Se separo y digo. -lo siento tanto todo es mi culpa- me desconcertó como podía ser su culpa? -no es la culpa de nadie- le tranquilice -claro que si, todo es mi culpa- -tu no fuiste el que puso mi nombre en la urna, fue el capitolio -le dije - no, todo estaba arreglado. La ultima vez que me llamaron al capitolio me resisti -dijo- para estar contigo.
Todo fue cobrando sentido: cuando Finnick se resistió el capitolio me empezo a considerar como una amenaza y ahora encontraron la forma de quitarme del camino. Su plan es muy simple yo ire a los juegos morire de una manera horrible y luego Finnick volvera a ser todo suyo. El miedo se empieza a apoderar de mi pero me quedo calmada y abrazo con todas mis fuerzas a Finnick.
-Bueno- dijo separandome de el - supongo que en ese caso tendré que ganar- saco una sonrisa, se que no tengo oportunidad pero de alguna manera quiero que Finnick este feliz y con esperanza.
-Te traje algo- dijo sacando una perqueña cosa de su bolsillo y alli estaba era la pequeña pulsera que yo misma había hecho y que le había llevado el día en que el se marcho a los juegos del hambre.- tu me la diste el dia de la cosecha para que siempre te llevara conmigo ahora yo te pido que siempre me lleves contigo
Una pequeña lágrima me rodo por la mejilla y una sonrisa nació en mis labios pero luego se borró porque nuestros minutos se agotaron y un agente de paz se lo llevo a fuerza.
Me quede admirando aquella pequeña pulcera que en letras blancas decia te amare por SIEMPRE