Me desperté por la mañana mirando acostada todo detalle de mi cuarto. Era hoy el día, el día de la cosecha en el cual elegían a dos niños entre doce y dieciocho años para ser entrenados y luego enviados a una arena para luchar a muerte en castigo de los días oscuros causados por la rebelión.
Baje a la cocina dispuesta a desayunar pero la angustia no me dejaba comer. Por lo que se me ocurrió ir a el único lugar donde podía ser yo misma, el la playa. Había quedado de juntarme con finnick.
Mientras caminaba pude observar como un grupo de muchachas como de mi edad se entrenaban con la lucha cuerpo a cuerpo pues en mi distrito muchos de los niños se entrenan toda su vida solo para los juegos por lo cual nos llaman los profesionales. Sin embargo no todos nos entrenamos como por ejemplo yo que nunca me entrene solo por el echo de mis padres no deseaban que mi infancia la pasara aprendiendo como matar a otros niños inocentes que no tenían la culpa de ser elegidos en las cosechas. Básicamente me limite a ir a la escuela y ayudar a mis padres en el trabajo: haciendo redes de pescar.
Por fin llege a la playa y me sente en la arena a observar el mar . Siempre he amado el mar es donde vengo a pensar y liberarme de los problemas, en donde tengo tantos recuerdos y especialmente es donde tengo a Finnick.
Finnick... Es mi mejor amigo, mi confidente y también mi amor. Aun puedo recordar como me salvo de ahogarme a los 8 años, como bromeabamos juntos a los 12 y como me enseño a nadar a los 13. Sin embargo todo se torno gris cuando su nombre salio en la cosecha el año antepasado. Fueron 3 semanas en las cuales lloré como nunca lo había echo y ver como día a día Finnick luchaba por sobrevivir. Luego el gano pero no todo volvió a la normalidad sino que desde ese momento todo cambio.
Ha pasado mucho tiempo y sin embargo finnick no ha llegado supongo que que de estar ocupado con “asuntos del ganador” cosa que realmente me molesta. Se que debería de estar feliz de tenerlo aquí conmigo, y lo estoy , pero es solo que el capitolio lo ha cambiado y llevado al viejo Finnick que tanto amaba.
Pasa media hora en la cual me limito a ver el azul del cielo. Cuando llega Finnick y me saluda pero estoy lo suficientemente molesta como para ingnorarlo. - Cual es tu problema ? - me dice algo molesto lo cual me ha enojado mas.
- He estado esperándote toda la mañana ese es mi problema- le contesto muy enojada.
- lo siento he estado en el capitolio y simplemente no les puedes decir que no a los del capitolio- me responde siendo sincero a juzgar por su mirada- tu no lo entiendes- continua y luego se para tira una piedra al mar con todo su enoja y se arrodilla sin fuerzas con lágrimas en los ojos
Me paro y lo abrazo con mucho cariño. Luego le doy un beso en la mejilla y sacándole una lágrima le digo
- entonces ayudame a entender - No puedo, te pondría en peligro- contesta y luego se marcha. No lo entiendo eso es seguro pero no tengo tiempo de pensarlo tengo que arreglarme para la cosecha.