Desde ese día nuestra relación cambio, creo que dejamos el amor por un lado para poder en primer lugar al sexo y el placer.
A partir de ahí todo el tiempo estaba pensando en ella y que la quería encima de mi, haciéndolo como ese día.
Pero yo no era el pervertido, ella también cada vez que me veía deseaba que lo hiciéramos, ya sea en persona o por mensaje me decía lo rico que quería pasarla, diciéndome lo que quería que le hiciera o simplemente enviándome una foto de su vagina toda mojada.
O en ocasión cuando tenia ganas de hacerme algo simplemente llegaba y ponía su chamarra encima de mis piernas y me comenzaba a masturbar y en algunas ocasiones que estaba muy caliente me hacia sexo oral.
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(Hetero) Caliente como volcán
Teen Fictionla historia de lo que tienes que hacer si te manosean