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10 - 1

El día en que todo comenzo...

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Años atras cuando Bolivia y Perú eran más jóvenes habían encontrado un lugar de ensueños, siempre hiban ahi a jugar, pasear, charlar, etc.
Solo ellos dos conocían de aquel sitio, después de todo eran casi hermanos, pero podían ser mas, ya que ambos sentían algo por el otro, pero el miedo a perder a sus mejores amigos les asustaba así que decidieron callar, después de todo no era tan malo, almenos estaban juntos y eso ya era más que suficiente para el bicolor...

.-- Tu... Piensas tener pareja algún día?  --. Pregunto Perú quería ver si tenía alguna oportunidad...

.-- Para ser sincero, no... Creo que nunca llegare a tener una pareja --.

.-- oh.. Y ¿por que no? --.

.-- es complicado... Me gusta alguien, pero no creo que esa persona guste de mi... --. Respondió el boliviano desanimado. .-- aunque si pudiera declararme a esa persona creo que lo haría en este sitio...

.-- ya veo... ¿Pero quien es esa persona? --.

.-- .  .  . --. El boliviano no respondió nada, todavía no estaba listo para confesarse a su amigo.

Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, y cuando ya estaba por pasar un año el tricolor se canso de todo ya no quería ser más su amigo, quería ser su pareja y jurarle un amor eterno a aquel que lo enamoró, el miedo ya no le detendría, se armó de valor y le escribió una carta al peruano citandolo en ese lugar.

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Las sirenas sonaban sin parar y las linternas alumbraban el lugar.

El peruano se encontraba esposado mientras los policías lo interrogaban pensando que este al boliviano había raptado, mientras que este desubicado trataba de que a su amigo no le dieran otra golpiza.

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Momentos atrás, después de que Peru le hiciera esa pregunta, Bolivia se quedó mirando la nada como si tratara de recordar almenos alguna cosa de su pasado, pero lo único que sucedió fue un gran dolor de cabeza inmediatamente llevó sus manos a esa parte de su cuerpo intentando de alguna manera apaciguar el dolor.

El bicolor noto esta acción por lo cual dio un suspiro para luego abrazar al menor y acariciarlo, vio el paisaje que había delante de él, recordaba de manera vaga como Bolivia siempre venía a cuidar de este lugar apesar de lo tan doloroso que era para el anterior mente nombrado, pensó que si lo traía aquí tal vez recordaría algo de su vida después de todo fue un lugar que marco al tricolor de por vida, las luciérnagas comenzaban a salir para iluminar el sitio en el que se encontraban el cual ya era adornado por el manto de la noche, fue entonces cuando el mayor se dio cuenta de lo tarde que ya era, cambio su expresión cansada a una de preocupación no se había percatado cuando el sol decidió ocultarse para darle lugar a la luna.

.– Bolivia, esta bien, no te esfuerzes tanto en recordar el pasado, con el tiempo lo recordaras todo –. Dijo el peruano mientras se apartaba de su contrario .– Será mejor que vayamos al hospital, de seguro te deben de estar buscando como locos.

.– Esta bien, pero almenos dejame disfrutar de esta bella vista por un rato más –. Pidió el boliviano para luego seguir apreciando el lugar.

.– Bueno... –.

Mientras tanto detrás de uno de los árboles se encontraba un agente del ruso llamando a su jefe.

.-- lo encontramos --.

.-- ¿y la policia? --.

.-- ya viene en camino --.

.-- Bien, llamame después de que la policía llegue --.

El agente del ruso corto la llamada, para luego seguir observando aquellos country's, quienes seguían mirando el lugar llenos de paz y tranquilidad, nada podría arruinar el momento.

¿Verdad?
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Claro, esto es la vida real y nada es perfecto acá, los ladridos de perros interrumpieron el ambiente en el que el bicolor y el tricolor estuvieron sumidos por un largo rato, al principio trataron de ignorarlo, pero mediante más fuerte se escuchaba el ruido, mas arruinaba el momento por lo cual el peruano harto de aquel ruido decidió pararse e ir a reclamar a los dueños de los caninos, grande fue su sorpresa al darse la vuelta y notar a los policías apuntandole con pistolas, lo cual hizo tragar en seco al latinoamericano.

.-- ¡¡Las manos donde pueda verlas!!--. Grito el jefe de los policías el cual miraba a Perú con gran enojo, ¡como se había atrevido este country a secuestrar a su representación! Pensaba el policía mientras agarraba su radio de comunicación e informaba a todas las unidades dispersas por la ciudad que ya habían encontrado al secuestrador de Bolivia.

Esto desconcertó por completo al peruano el cual después de escuchar al policía gritar dicidio levantar sus manos en señal de rendirse, este se preguntaba como era que le habían encontrado a el y a su pareja, si tenía sus propios guarda espaldas cuidando la zona, luego de visualizar el lugar encontró a sus gentes arrestados y agachando la cabeza, y a su lado estaba el agente del ruso, esto hizo enojar mas a Perú.
Los policías se acercaron para ponerle las esposas al country bicolor, pero este al ver como otros 2 policías se acercaban al menor, comenzó a forcejear y a gritar para que no se acercaran mas al de menor estatura, pero aquellos gritos fueron callados por otro policía quien lo había golpeado en el estómago dejándolo sin aire y haciendo que se arrodillara de inmediato.

Mientras tanto el boliviano se encontraba siendo agarrado por 2 policías quienes le pusieron una mantita y le trataban de tranquilizar, pero como van a tranquilizar a alguien que se encuentra asustado por ver a los policías amenazar a su amigo y mas al ver como uno de los policías le golpeaba en el estómago a su acompañante.

.-- ¡¡Basta!! ¡¡Lo están lastimando!! --. Grito el boliviano tratando de que se alejaran del peruano. --. ¡¡Alejense de él!! --.

.-- Calmese, Señor Bolivia --.

.-- Ya todo estará bien --.

Dijeron los policías tratando de tapar la visión del tricolor, evitando que vea como los policias golpeaban al country de mayor estatura.

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(･ิω･ิ)

No piensen que voy a lanzar un aviso sin lanzar junto a el un capítulo para que almenos no se decepcionen.

Hasta el siguiente capítulo.