Strange Neighbor |Keanu Reeves|

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Había pasado ya 6 meses desde que pasó aquella tragedia, yo aún me sentía muy incómoda, simplemente sentía que no podía seguir con mi vida, no hasta que ese maldito infeliz fuera atrapado y se pudriera en la cárcel.

—Hija...hoy me toca doble turno en el hospital, ahí dejé algo de cenar, ¿estarás bien? — preguntó mamá desde el marco de la puerta

Mamá me trataba diferente desde aquella vez, y bueno, era comprensible.

—Está bien mamá, cuídate — respondí mientras seguía mirando por la ventana

—Bien, llegaré en la mañana, te amo — dijo para después bajar por las escaleras.

Hasta que oí que encendió su carro y para después desaparecer por las calles.
Suspiré para después pararme y dirigirme hacia la computadora.

Habían más casos antes del asesinato de mi amiga Margaret, eran 3 chicas más y todas fueron en el mismo año y a fueras de aquí.
Algo en mi me dice que es el mismo hombre, y sé que el sexto sentido de las mujeres siempre tiene razón.

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El sonido de un estruendo hizo que me despertara, me había quedado dormida frente a la computadora.

—Agh, qué asco — dije mientras me limpiaba la baba

Vi la hora y eran las 2:30 a.m. voltié hacia la ventana, ya que de afuera se había oido el sonido.

—Agh, maldito, me despertó — dije sin importancia mientras veía la otra casa, del vecino.

Vi que estaba metiendo un carro negro, era de siglo del caldo pero según mamá era un buen carro; yo digo que era horrible.

—¿Eh? — pregunté aturdida mientras trataba de fijar mi vista hacia donde realmente quería mirar

Quería verificar que eso que estaba viendo fuera verdad

—¿Me estás jodiendo? — pregunté

Hasta que de repente me vino un recuerdo a la mente.
Si lo pensaba, no tenía sentido, hace casi medio año y el carro seguía siendo el mismo.

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—Y ¿usted vió algo?

—Solamente ví que se subió a un carro negro, creo que era un  muscle Negro, esos de los viejos, tenía como un animal pequeño de plata enfrente, era....era un toro

—Y ¿no ubicó usted al hombre?

—No, lo lamento — dijo triste la camarera — se veía buena niña, ella estaba leyendo justamente en esa mesa hasta se vino ese carro, pitó y ella salió, lo último que le oí decir fue gracias, fue adorable.

La señorita Cho (camarera, dato) nos ayudó con la búsqueda del carro, pero nunca dimos con él, si usted vió éste carro (muestran un dibujo similar) llame al número correspondiente.

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