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Cuando terminé de tomar café, Martita ha venido a preguntarme rápidamente si me ha hecho sentir mejor, ella afirma que el café de olla es tan rico que sana hasta la grieta más chiquita de un alma rota, yo fingo creerle y le digo que si, que he estado mejor. Llora me dice, llora hasta que las lágrimas se vuelvan suspiros, por qué los suspiros transportan sentimientos y vuelan hasta donde tengan que llegar, en cambio las lágrimas permanecen en una almohada hasta secarse y con ello los pensamientos mueren.

Martita se ha preocupado por mi desde que llegué a Cañada Linda, no tenía ni idea de que mi madre tuviera una hermana tan lejos y que poco hablara de ella. Martita te va a recibir y te hará bien, me dijo antes de dejarme en la estación con un boleto, solo sube y cuando llegues sabrás que es el lugar correcto.


El lugar correcto... ¿Es que acaso todos tienen un lugar "correcto" para huir de los tropiezos del corazón?

Aborde junto a la ventana, siempre me ha causado un poco de melancolía partir y ver cómo mi ciudad de edificios se vuelve a puntos de luz en la lejanía y entre más lejos, los puntos comienzan a danzar, haciéndose unos más grandes que otros y de pronto veo todas esas luces que forman mi hogar convirtiéndose en una masa luminiscente que se pierde con la obscuridad de los cerros, es ahí cuando sé que ya estoy lejos, comienzo a sentir que nunca he pertenecido realmente a algún lugar, por qué puedo ir y regresar y todo seguirá como siempre, las mismas calles que se vuelven fiestas en domingos, con gente comprando chácharas en los puestos de las avenidas, el aroma de la comida callejera y la música de los radios para amenizar el almuerzo, las risas y los gritos, cada domingo es el mismo, no importa si estoy o no ahí, tal vez es por eso que cuando me siento cómoda cerca de alguien me acojo sin avisar y me mudo a su vida, me instaló sin decir nada, pues siempre he sido de esas personas queditas, podría robarle una pluma a un ave y nunca se daría cuenta, es una característica que siempre he odiado, pues cuando me desplazan de mi comodidad es como si arrancaran una parte de mi lentamente y la cicatriz aunque sana, duele, como en ese momento, me encontraba  alejándome de mi ciudad llena de luces y mi hogar lleno de abrazos.

Dormí hasta el amanecer, vislumbre a lo lejos un brillo cegador reflejo del río con el sol encima de el, ahora si, estoy lejos de todo.

Saque mi libreta, mi primera noche sin ti, escribo la fecha, 03-07-xx, he mojado un poco el papel entre mis sollozos, así que al terminar de escribirlo arranco la hoja y la guardo en otro lugar.

Lo decidí en ese momento, el mundo ha avanzado tan rápido que aún siendo jóvenes nos abruma la tecnología, tanto que los mensajes rutinarios y las vídeo llamadas terciadas no llenan ni sacian por completo las llamaradas del corazón, así que vamos por partes, me dijiste que te habías aburrido y yo no enviaré más mensajes (aunque quisiera) es por eso que he decidí escribirte en otro lado, así ni tú te enteras ni yo quedó esperando respuestas insípidas.

Pensé muchas cosas antes de bajar el tren, dude de si era correcto irme por qué uno se va cuando ya no hay nada que hacer, cuando las cosas se vuelven inevitables y lo único que te queda es retirarte aunque sabes que si hubieras hecho algo diferente este no seria el resultado y he pensado en eso ¿Que podría hacer para que no te fueras? Me refiero, sé que hay cosas que faltaron, sé que probablemente las palabras no fueron las que tu querías escuchar en ciertos momentos, pero sé que podría intentarlo, podría hacer un ultimo esfuerzo.

Martita es una mujer bajita de cabellos plateados con una mirada tierna color aceituna, al parecer me reconoció de inmediato, grito mi nombre y camine hacia ella, mi niña, tanto tiempo sin verte, no logro recordarla pero no se lo digo, Martita ¿Como has estado?, me tomo del brazo y salimos de la estación, Cañada Linda es un pueblo verde, llegue en día de plaza y las calles estaban llenas de comerciantes de otros pueblos, fruta, verdura, café, carne, pan, aromas que hace mucho no venían a mi memoria, la mañana aquí se siente mucho mas tranquila, aquí puedes venir cuando te sientas sola, entre tanta gente uno olvida que no tiene a donde ir me dice, y es cierto, pasé las primeras horas pensando en el sabor del pan acompañado  de café recién molido que compré en el primer puesto.

Llegamos a una casa demasiado hogareña lo suficiente para sentirme cómoda, mi celular no había sonado mas que para uno que otro mensaje de mis amigas preguntándome si todo esta bien, no quise responder en ese momento, aun estaba en estado de shock, Martita me indico mi cuarto y me recosté, escribí algo pequeño, no me interesa ahora escribir mucho, no hay nada que contar.

03-07-xx

Recorre en lo más profundo de tu mente
encuentrame en el olvidó
ahí estoy, escúchame
llámame, búscame
Corre, pronto me iré 
me iré con el mundo que hicimos
ese que estás olvidando...

Olvido, que buena palabra
para eso que estás haciendo.

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2020 ⏰

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