Malas Noticias

1 0 0
                                    

Bueno por dónde empezar, tenía anemia alta, estaba con anorexia nerviosa, tengo depresión y además necesito ir a un psiquiatra y a una masajista para que relaje mis musculosos tensos.
En cambio mi papá tiene ansiedad, ataques de pánico y de nervios, estuvo a punto de un colapso de estrés y tiene que ir a qué le realicen masajes para relajar su vida.
Ambos tenemos casi lo mismo.
Salimos del doctor y empezamos a sacar turnos en diferentes lugares, luego el hambre tocó muy fuerte a nuestra barriga y comimos algo en el centro de la ciudad. Estaba cansada de pizza y papas fritas así que opte por un plato de lentejas y papá pidió tres porciones de pastel de papa. Comimos bien, incluso se contó algu la chistes y hablo de su trabajo y de una nueva amiga con la cual se llevaba muy bien.
Mmm eso sonó a enamoramiento pensé dentro mío pero solo me límite a sonreír.
Al terminar pedimos de postre un flan bañado en caramelo y mientras comíamos pensaba en que no quería volver por esta noche a casa. Al parecer tenemos dones telepáticos con mi padre que el dijo:-" Está noche alquilaremos una habitación en el Hospediaum, no quiero dormir en casa, no puedo dormir"-.
Tome su mano y acepte con un movimiento de mi cabeza.
Esa noche dormimos abrazados el uno al otro, dormimos tan bien que al otro día nos levantamos tranquilos y relajados. Pero debíamos volver a casa.
Cómo era sábado y papá no trabajaba, antes de ir a casa nos fuimos a por los masajes. Fue lo mejor, tan relajante y tanta tranquilidad transmitida. La masajista me dijo que estaba muy estresada y que debía darme más amor, ¿como le decía que toda mi vida nunca tuve amor?
Salimos de allí y nos fuimos a casa, papá manejo lentamente hasta que llegamos.
La policía estaba fuera de nuestra casa y apenas salimos del auto nos avisaron que mamá se había escapado del hospital y que podría estar dentro. La ventana rota apareció en mi cabeza y que seguramente debió entrar por allí. Papá me hizo entrar al auto y los oficiales entraron a buscar a mi mamá. Sé escuchaban gritos, cosas romperse y luego todo quedó en silencio.
Los oficiales salieron pronto con ella, estaba desconocida, casi pelada, su piel dañada y sus ojos parecían ir y venir, apenas me diviso en el auto quiso safarse de los oficiales y me gruñía como un perro enojado.
Llore con angustia ante tal situación que mi padre tuvo que taparme los ojos con su pañuelo y abrazarme por un largo rato. Después de unos minutos un oficial tocó la ventanilla del auto, papá se bajó de él y hablaron a lo lejos. Saque el pañuelo de mis ojos y con el me seque las lágrimas. Ya se la habían llevado, ya no quedaban casi oficiales, ya estaríamos solos de nuevo en esa horrible casa.
La tarde se volvía gris, yo dentro del auto y papá dentro de casa.
Una hora después lo ví salir con maletas, las guardo en el baúl del auto, respiro profundo y entro. Mira hacia la casa mientras yo lo miraba a el. Luego dijo:-" Te llevaré a la estación para que tomes un vuelo a casa de tus abuelos, estarás allí el tiempo que sea necesario y luego yo iré a buscarte"-. Mire hacia mis manos sin decir ni una palabra.
Antes de que pudiera decir algo, añadió:-" Pondré a la venta está maldita casa y nos iremos lejos a por una nueva vida, déjame esto a mí"- dijo arrancando el auto y saliendo a velocidad moderada del lugar. Esa noche sacamos el pasaje justo a tiempo y en cuestión de una hora ya estaba en la fila para viajar a Francia, antes de que me acercara a la entrada del avión papá me abrazo muy fuerte y lloramos a la vez. Depósito muchos besos en todo mi rostro y me dijo que me amaba y que pronto volvería a verme.
Espero que así suceda. Solté su mano y subí al avión.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 12, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora