✔Demon [Yoonmin]

Capítulo 2 🍎

Pasaron los años y el pequeño Jimin dejó de ser un bebé y se convirtió en un hermoso adolescente, creció lleno de lujos y comodidades, al ser el hijo de los empresarios más importante de todo corea no le faltaba nada, asistía al mejor Instituto, el más caro y prestigioso, vestía ropas costosas y de grandes diseñadores.

Era un niño hermoso, su cabello rubio, tan suave y sedoso, su piel clara como la nieve, sus mejillas rosadas y abultadas, todos se enamoraban de su físico, aparecía en muchas revistas de belleza, las cuales lo contrataban para ganar fama, era el chico del momento.

Era la envidia de muchos y el amor platónico de muchas, todos lo conocían y respetaban gracias a la fama de sus padres.

Pero a pesar de todas esas comodidades el menor no era feliz, no cuando todos lo buscaban solamente por el dinero de sus padres, los pocos amigos que tenía eran unos interesados que seguramente si no fuera un Park no lo voltearan ni a ver.

Sus padres nunca fueron amorosos con él, es más, ni siquiera pasaban en la casa, su padre pasaba casi todo el día en el negocio, haciendo nuevos socios y alianzas, volviéndose más millonario de lo que ya era, y su madre... Bueno Jimin ni siquiera sabía que era de esa mujer, él no estaba enterado de la doble vida de Sunhee, ella tenía un amante con el que pasaba la mayor del tiempo.

Aunque su padre tampoco se quedaba atrás, siempre llegaba a dormir a tardes horas de la noche, después de que terminaba de revolcarse con su amante, una mujer mucho más joven que él.

Desde pequeño Jimin conoció muchas nanas, que fueron las encargadas de cuidarlo, sus cumpleaños los pasaba en soledad, sus padres nunca llegaron a felicitarlo o darle un abrazo.

Sus padres no eran para nada lo que aparentaban ante las cámaras, no se amaban, desde un inicio fue un matrimonio arreglado, eran igual de ambiciosos, Jimin era todo lo contrario a ellos, él cambiaría toda esa vida de lujos y dinero, por una normal y sencilla, el anhelaba poder tener amigos de verdad, con los cuales salir a las plazas a divertirse, ir al cine, a la feria, cosas que lastimosamente no puede, por ser una figura pública, llama mucho la atención.

Se sentía solo en aquella gran mansión, el más que nada sabía que el dinero no compra la felicidad, pues le tocaba vivirlo todos los días, sin embargo había ciertas ocasiones, muy raras las verdad, quizá era su imaginación, no estaba seguro, pero había veces donde sentía una presencia observarlo, desde niño tuvo la sensación de que alguien lo miraba, podía sentir unos ojos penetrantes clavados en él, incluso cuando dormía, pero eso no era posible, pues jamás lo había visto.

Pues no se equivocaba, Yoongi siempre vigilaba sus movimientos, día y noche cada paso que daba era controlado por el demonio, sus ojos color fuego no se despegaban de él.

Jimin no tenía idea de cuántas personas con malas intenciones lo había librado Yoongi, y no era como que fuera su Ángel guardián, para nada, es solo que por nada en el mundo permitiría que alguien que no fuera él tocará lo que le pertenece, lo que por tantos años había esperado para poder disfrutar y corromper a su antojo, todo aquel que quería propasarse con él, terminaba teniendo una muerte lenta y tortuosa.