c a t o r c e

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Narrador Omnisciente

Del diario de María, la prostituta en ONCE MINUTOS.

«Érase una vez un pájaro, adornado con un par de alas perfectas y plumas de colores maravillosos.

En fin, un animal hecho para volar libre e independiente. Para alegrar a quien lo observase.

Un día una mujer lo vio y se enamoró de él.

Se quedó mirando su vuelo con la boca abierta de admiración, con el corazón latiéndole deprisa y los ojos brillantes de emoción.

Lo invitó a volar con ella, y los dos viajaron por el cielo en armonía. Ella adoraba al pájaro, pero entonces pensó "¡tal vez quiera conocer algunas montañas distantes!" Y la mujer tuvo miedo.

Miedo de no volver a sentir nunca más aquello con otro pájaro, y sintió envidia de la capacidad de volar del pájaro

Y se sintió sola.

Y pensó. "Voy a ponerle una trampa, la próxima vez que venga, no volverá a marcharse".

El pájaro, que también estaba enamorado volvió al día siguiente, cayó en la trampa y fue encerrado en la jaula.

Todos los días ella miraba al pájaro. Allí estaba el objeto de su pasión y se lo enseñaba a sus amigas.
Sin embargo, empezó a producirse una transformación. Como ya tenía al pájaro fue perdiendo el interés.

El pájaro sin poder volar ni expresar el sentido de su vida, se fue consumiendo, perdió su brillo y se puso feo, y ella ya no le prestaba atención, excepto para limpiarlo y alimentarlo.

Un buen día el pájaro murió. Ella se puso muy triste, y no dejaba de pensar en él, solo recordaba el día que lo había visto por primera vez volando contento entre las nubes.

Si profundizase en sí misma, descubriría que lo que la emocionaba tanto del pájaro era su libertad, la energía de sus alas en movimiento, no su cuerpo físico.

Sin el pájaro su vida también perdió sentido, y la muerte vino a llamar a su puerta.

"¿Por qué has venido?", le preguntó ella a la muerte.

"Para que puedas volar de nuevo junto a él", respondió la muerte. "Si lo hubieses dejado partir y regresar al día siguiente, lo amarías y lo admirarías aún más, sin embargo, ahora necesitas de para estar junto a él"»

Abel Korzeniowski - Come, Gentle Night

En ese momento nada tenía mucho sentido, las cosas sucedían demasiado rápido. La inspectora había sufrido mental como físicamente dentro de un establo durante dos meses, no fue fácil, ella ya se consideraba una mujer fuerte por seguir tolerando su secuestro a tal magnitud de compartir una mesa con sus secuestradoras.

Verónica Iglesias, Lucía Vives, Ashley Benson, Katherine L. Estrabao y Camila C. Estrabao estaban sentadas cerca de ella mientras almorzaban y platicaban como si la inspectora estuviera ausente, todas con excepción a Camila que no tenía puñetera idea de lo que había sufrido Lauren a manos de su colega durante los dos meses.

Las esperanzas ya no existían para la inspectora, se consideraba una mujer fuerte como también, por más cliché que sonase, una hoja que se dejaba llevar por el viento y el aire era la voluntad de Camila que le podía hacer lo que gustase. Estaba demasiado débil pero muerta de hambre, Camila notaba que su esposa ya no era ni la mitad de lo que era cuando la observaba de lejos.

OftenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora