Sentimientos.

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ALEX POV

Los insoportables ronquidos de Jack me despertaron 2 horas antes de que empezaran las clases, con toda la fuerza que tenía estampé mi almohada en su cara, este se removió incómodo y volvió a su tarea. Con un fuerte suspiro me levanté de la cama y me fui a la ducha para ponerme mi ropa de deporte y salir a dar unas vueltas. Una vez en el campo pude distinguir a Aria sentada en el campo de voley discutiendo tácticas consigo misma, la observe desde el otro lado del campo, era preciosa pero ella no podía verlo, desde que había llegado a ese instituto 3 años atrás esa chica me había llamado tanto la atención que me llegué a preguntar si me estaba volviendo loco o un jodido acosador. No estaba enamorado, claramente no lo estaba, pero me gustaban cada una de sus facetas, desde su apariencia frágil que me hacía desear protegerla y hacerla sentir protegida, hasta su faceta más dura, en la que demostraba su valentía el que no tenía miedo a nada y que ella no necesitaba a nadie que la protegiera. Empecé mi tarea de molestarla simplemente por el hecho de que ella no sabía ni quien era aun cuando todas las chicas querían estar conmigo, y por lo menos tener un poquito de su atención me hacía feliz. Había apostado aquello con Aria no por el hecho de que creía que perderían aunque fueran bastante malas, Aria tenía espíritu de jefa y sabía que con su ayuda ganarían, pero por lo menos tenía n mi mente la idea de que alomejor algún día conseguía probar esos deliciosos labios.

Aria notó mi penetrante mirada desde el otro lado del campo y me hizo una señal para que me acercara, lentamnte me acerqué y me senté a su lado.

-¿Tan pronto te levantas?- preguntó mirandome fijamente, sus ojos verdes me miraban con curiosidad. Era una chica muy curiosa.

-Jack- dije como si eso lo explicara todo. Desde esa posición podía ver las diminutas pecas encima de su nariz y bajo sus ojos y los mechones rebeldes que caían sobre su rostro, y no pide controlarme y apartar esos mechones de su cara y colocarlos tras su oreja, como la otra vez. Observé como sus mejillas se teñían de un precioso color rojo.

-Sí, bueno, Ashley me comentó sobre sus ronquidos- dijo cambiando torpemente de tema.

-¿Cómo van las tácticas?- pregunté intentando no hacerla sentir incómoda.

-¿Porque iba a decirtelo?- se molestó- Tu quieres que pierda. No te lo diré.

-Pon a Maia detrás tiene más fuerza y a Beatrice delante, és más alta.- le dije obsetvando atentamente su cuaderno.

-Tienes razón- dijo mirandome fijamente y nos encontrabamos muy cerca podía sentir su respiración en mis labios-¿Porque me ayudas? Creía que querías que perdiera.- preguntó mirandome por un momento los labios.

-No quiero que pierdas, solo quiero mi premio.- murmuré aunque creo que me escuchó- Además- añadí- a diferencia de tú a mí, yo no te odio- dije levantandome.

-Alex- me llamó y me giré.- Yo no te odio- dijo bajando la mirada, a lo que reí entre dientes. Algo era algo.

ARIA POV

Últimamente Alex estaba actuando de una forma extraña aunque más extraño todavía era mi manera de sonreir cada vez que me decía algo. Después de ponerme el uniforme me marché a clase.

Ya eran las 5:30 y quedaba media hora para el primer entrenamiento, me dirigía hacia el vestuario cuando un chico se cruzó en mi camino.

-Hola Aria- dijo Mason. Mason era mi mejor amigo, tenía el pelo oscuro y los ojos casi amarillos, con una polvorientas afas de pasta sobre su nariz, estaba fuerte, pero no tenía músculo y era algo guapo.

-Hola Mason, te he echado de menos este verano- dije abrazandolo.

-Y yo Aria- dijo correspondiendo mi abrazo. Yo sabía desde hacía 2 meses que Mason estaba enamorado de mí, pero yo era incapaz de verlo como algo más que un mejor amigo, era un hermano para mí.

-¿Donde vas?- preguntó separándose de mí.

-Al entrenamiento de voley de hoy Demont- dijo Alex que pasaba por allí. Demont era el apellido de Mason.- Y llegará tarde como la entetengas- dijo ahora mirandome fijamente con sus ojos grises.

Mason iba a responder peeo pensó que mejor no hacerlo, no se llevaban muy bien Alex y Mason.

-Déjalo Alex, Mason no te ha hecho nada.- le dije acercandome a él.

-Solo intentar quitarme lo que más quiero- murmuró para sí.

-¿El qué?- dije dejando a Mason atrás y parandome delante de Alex.

-Nada Aria. Tus jugadoras te están esperando y entonces hizo lo inesperado, se acercó y me dió un suave beso en la mejilla.

Toda ruborizada eché a correr hacia la pista de voley dejando un cabreado Mason solo en el pasillo del instituto, y lo peor de todo era como extrañamente me había gustado su contacto, y como egoistamente no había pensado en Mason ni en un solo segundo.

25 Razones por las que te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora