Eres mi Bitch-chan,Mi acosador (Laito y Tu)

27.

Sentí un terrible miedo recorrer mi cuerpo, hasta este punto me estaba arrepintiendo de haber negado que los Mukami vinieran por mi.

—Por favor, dejeme —suplique.

—¿Por que dejaría a alguien tan linda como tu sola? —preguntó.

El se acercó demasiado hasta el punto de tomar mis manos y jalonearme hasta un callejón.

—¡No, dejeme! —grite.

—¡No hagas ruido!

Sentí su mano chocar contra mi cara, el golpe me había dejado aturdida pero no tanto para no poderme levantar.

—No te creas muy ruda, o terminarás lastimada —mire una sonrisa formándose en su boca.

—¿Que es lo que quiere?

—Solo placer pequeña.

Abrí mis ojos y con la fuerza que no tenia me levante, intente caminar hasta la salida de aquel lugar pero sentí un tirón y con ello caer al suelo.

—¡No te muevas! —el saco una pequeña navaja y fue ahí donde me calme —¿Ves? Si cooperas no te dolerá.

Yo no quería ser violada, no podía serlo, el se posiciono encima de mi y sentí las lágrimas bajar por mis mejillas.

—Solo relajate y disfruta.

Quería llorar, enserio que quería hacerlo, pero algo dentro de mi no me lo permitía.

—Nee~, así que tomas algo que no es tuyo.

Esa voz....
El hombre se giro y miro la figura de Laito.

—¿Y tu quien rayos eres? —preguntó.

—El mismo que te matara si no quitas las manos de ella.

Su voz y su mirada habían cambiado justo como la vez cuando Carla me había lastimado.

—¿Te crees muy listo cierto? —el hombre se levantó de encima mio y lo amenazo con la navaja.

—¿Enserio me lastimaras con eso? —hizo referencia a la navaja.

—Es lo suficiente chico.

Sin mas, el hombre se abalanzó sobre el y justo antes de tocarlo el hombre se detuvo, no podía ver nada, el hombre me lo impedía pues estaba de espaldas.

Estuvo así por unos momentos hasta que el hombre cayó al piso y supe ahí que estaba muerto.

—¿Que....que eres.....? —pregunte.