~Como un ángel~ (En Hiatus)

Capítulo IV

Theo estacionó el auto frente a una plaza gigante.
Cuando intenté salir sentí su mano agarrar mi antebrazo algo fuerte.

-No nos quedaremos, solo los perderemos- tardé un momento en entender que quería perder a los guardaespaldas que nos seguían.

-Como digas- me cruce de brazos, eh intenté conciliar un poco de sueño, no confiaba al cien en este chico pero no parecía querer hacerme daño.

Al llegar al que parecía ser nuestro destino, Theo bajo del auto murmurando un "ven", suficiente para salir apresurada, siguiendo sus pasos, frente a mí, un hermoso lago con los destellos del atardecer, árboles rodeando la zona, el agua del lago de un color cristalino, tan puro, tan bello, era un vista hermosa, un arte de apreciar.

-¿Por qué me traes aquí?- sin hacer caso omiso a mi interrogante, se sentó a la orilla del lago, palmeando un lugar a su lado, invitándome a tomar asiento, camine a paso lento por la desconfianza, al llegar a su lado me senté un poco lejos de él.

-Pareces no tener mucha confianza en la gente- fijé mi vista en un punto en específico, era así desde hace ya un par de años y nunca tuve problemas por ello.

"No todas las personas son buenas, cariño" - recordé

-La gente aparenta ser buena cuando necesita algo de tí, sin embargo, cuando lo consiguen es cuando realmente los conoces- él asintió dándome la razón

-Me parece, he oído que perdiste un hermano- "no por favor, ese tema no" pensé

-No voy a hablar sobre mi hermano, Theo- pareció incomodarle la forma en la que me expresé

-Sólo pienso... - lo interrumpí.

-Sólo piensas demasiado, Theo, no creas que con una salida ya somos amigos, una amistad empieza desde abajo, querido- en el fondo sabía que estaba siendo muy dura con él, pero quería medir su paciencia, hasta cierto punto.

-Lo que tú digas, pero insisto, hablemos sobre ti- mi vista se posó en sus facciones por un momento y luego regresé mi vista hacia el lago.

-No encuentro nada interesante en mí, una chica de veinte años, que estudia arquitectura, cero amigos y muchos proyectos por entregar- el castaño sonrió por primera vez, debo decir que tiene una hermosa sonrisa.

Luego de aquella conversación todo quedó en silencio, no uno incómodo, era como sentir a mi hermano a mi lado, Theo no parecía una mala persona, realmente no me sentía mal a su lado y eso fue algo que aprecié mucho.

Antes de que el sol se ocultara por completo, el castaño subió al auto, conmigo de copiloto, regresando rumbo a casa, sin haber cruzado una sola palabra, el camino era largo por lo cual intenté descansar un poco. Mi descanso se vio interrumpido por la melodía que emitía la bocina del auto, Umbrella de Ember Island sonaba levemente, haciendo recordar fragmentos del pasado que duelen como una puñalada en el corazón.

Baby, 'cause in the dark
(cariño, porque en la oscuridad)
You can't see shiny cars
(no puedes ver carros brillantes)
And that's when you need me there
(y es ahí cuando me necesitas)
With you I'll always share
(contigo siempre todo compartiré)

Because
(porque)
When the Sun shine, we shine together
(Cuando el sol brille, brillaremos juntos)
Told you I'll be here forever
(te dije que estaría aquí por siempre)
Said I'll always be your friend
(Te dije que siempre seré tu amiga)
Took an oath, I'ma stick it out till the end
(Hice una promesa y la mantendré hasta el final)

Now that it's raining more than ever
(Ahora que esta lloviendo más que nunca)
Know that we still have each other
(Sabemos que nos tenemos el uno al otro)
You can stand under my umbrella
(Puedes estar bajo mi sombrilla)

Murmuré con lágrimas bañando mis mejillas, no iba ocultar lo que se notaba a kilómetros, extrañaba a mi hermano, era un hecho inevitable, algo que por más que intentara olvidar, regresaba a mi como una tormenta, capaz de derrumbarme en cuestión de segundos. Por más que pasarán años, nunca sería capaz de olvidar a aquella persona, que intentó con todo su ser, cuidó de mí sin esperar nada a cambio, maldita sea, cada vez era más doloroso el pensar en aquellos buenos tiempos, que pasaron de ser mi todo, a ser nada. Cumplir sus sueños por él, siempre fue y será una de mis metas luego de haberlo perdido.

El camino a casa, luego de aquel acontecimiento, duró unos torturosos minutos. Andrea parecía muy ocupada con mi guardaespaldas, así que decidí subir a mi habitación, subí escalón por escalón con aquella pesadez que hace años no sentía, mi cuerpo se sentía frío y el dolor de mi alma volvía gelatina mis huesos, haciendo eterno el camino a mi habitación, mis ojos marrones claros ardían por un llanto anticipado, mi cuerpo entero sufría de un leve temblor, anticipando con sutileza uno de aquellos tan conocidos ataques de ansiedad, sintiendo mi corazón palpitar en mi oreja como un reloj de pared. Mi habitación estaba en completa oscuridad, no me tomé la molestia de encender las luces, cerré la puerta con seguro y avance unos pasos sin rumbo, hasta caer de rodillas frente a cama.

In another life
I would make you stay
So I don't have to say
You were the one that got away

Recité aquellas frases de aquella canción, que tanto daño me había causado años atrás, The one that got away de Katy Perry, daba vueltas por mi cabeza, como tantas canciones que me recordaban pequeños fragmentos del pasado, no tenía ánimos para llorar, ya había llorado suficiente, al punto de darle lástima a mi propia madre, derrame mucha lástima durante un tiempo luego de su partida, todo el mundo me empezó a creer una dramática, por ello empecé a mejorar frente a los ojos de los demás, estaba harta de oír los mismos argumentos cada día. Caminé hacía el espejo de cuerpo y limpie con brusquedad aquellas lágrimas que amenazaban con salir.

-Joder chica, no haz pasado por tanto para dejar que te derrumben con un par de palabras, ¡maldita sea, reacciona!, el mundo es lo suficientemente cruel como para arrebatarte la felicidad en un suspiro y tú no eres ninguna inexperta en ello, así que, sigue adelante, maldita- murmuré a mi reflejo con cierta rabia, camine hacia aquel cajón donde creí haber guardado aquel sobre, al encontrarlo me senté en mi cama a leerlo con tranquilidad.

"Aquellos que su destino con rumbo al dolor fue escrito mucho antes de nacer, están condenados a la desgracia eterna, el camino hacia el infierno está forjado con sutileza en su piel y tarde o temprano te llevará a las garras del demonio, que amenaza con arrebatarte la vida, no sin antes haber vivido en carne propia tu condena"

-E