Capitulo 1. La investigación

184 44 36
                                    

Sola en la oscuridad, temerosa, aislada, ¡¿y por qué?!

Que carajos voy a saber, si claramente estoy aquí es por un error alguien obviamente no hizo bien su maldito trabajo. A claro obviamente soy diferente, aquí la cuestión es porque lo soy y porque estoy en una maldita celda a espera de que alguien le dé la maravillosa idea de salvarme, claramente es sarcasmo, si alguien quisiera salvarme ya lo hubieran hecho.

Mi nombre es Amelia Volko Kormo, grábenselo bien, porque es obvio que este relato se va a tratar de mí, tengo 17 años, soy Rusa.

En fin, todo muy normal en torno a mi vida, antes de llegar aquí padres amorosos, los dos científicos, tal vez, vida, sociopatas o psicópatas, vaya a saber que son porque aja entres nosotros, tanta perfección no es normal y no es que me queje obviamente porque aja, no puedo quejarme de tener una "familia perfecta" entre demasiadas comillas.

La única regla que teníamos en casa es "no entrar al sótano", esa regla se me hizo muy normal por casi toda mi corta vida hasta llegar a los 16 años cuando me interesé mucho en ver casos de homicidios y ese tipo de cosas, ahí me di cuenta de que esa regla no era para nada normal.

Obviamente, empecé a especular sobre qué habría en el sótano, porque pensémoslo bien, mis padres mantenían en casa, así fueran científicos superimportantes.

¡NO ES PARA NADA NORMAL QUE TUS PADRES MANTENGAN EN CASA SI TIENEN ESE TIPO DE TRABAJO!

Es un trabajo, por lo menos deberían pasar fuera de casa ocho horas diarias, aparte si eran científicos con muchos doctorados y estudios entre esos medicina podían muy bien mutilar cadáveres a la perfección sin que se den cuenta.

Aparte siempre entraban al sótano por la noche, casi de madrugada, cuando se aseguraban de que nadie los viera, incluso se aseguraban de que yo estuviera dormida. Obviamente, no se aseguraron bien porque los escuché cuando bajaban allí.

Susurraba cosas algo raras, la mayoría no los escuchaba bien porque tuve que guardar distancia para que no me descubrieran, pero de lo que sí estoy segura es que dijeron "realiza el procedimiento seis". Sé que son científicos y todo eso, pero porque tendrían que hablar de procedimientos en casa, nunca hablaban de procedimientos ni nada parecido, ellos decían que era mejor separar el trabajo de casa.

Entonces porque dirían eso si no les gustaba hablar de trabajo en casa y más en horas de la madrugada en el pinche sótano.

Todo eso daba para un posible perfil de asesinos, los seguí por varios meses y cada vez reunía más pruebas de que sí podrían serlo claramente intente actuar normal porque aun siendo su hija quien quita de que no me mataran para ocultar su secreto.

En fin, aunque teníamos la regla de no entrar al sótano. Ellos siempre lo dejaban con llave, obviamente si les robaba la llave se darían cuenta de ello, por lo tanto, opte por una opción más surrealista, intentar abrir la puerta con un clip, practique con la puerta de mi habitación por tres semanas, creo más o menos aja quien cuenta el tiempo para esas cosas.

Ya con la técnica casi perfecta, bueno no era tan perfecta, aquí lo que importa es que por lo menos ya lograba abrir la puerta a los tres intentos, ahora lo que faltaba era poder encontrarme sola en casa, eso fue de hecho lo más sencillo de todo, ya que solo fingí estar enferma ya lo había hecho varias veces antes para faltar a las clases que me aburrían más de lo usual, ellos me creyeron y claro como no hacerlo si se suponía que tenían a "la hija perfecta".

Les insistí mucho para que fueran a comprarme, cosa para sentirme mejor como mis dulces favoritos y peluches, casi no se van los dos, mamá insistía mucho en quedarse cuidándome, lo cual obviamente arruinaría el plan, tuve que decir que papá no iba a saber que peluche quería o que dulces me gustaban más, al final mamá aceptó a irse con él.

Apenas escuche el auto arrancar, me levanté corriendo de mi cama directo a la puerta del sótano, intenté varias veces abrir la puerta, lo cual fue más difícil de lo que pensé.

Me Llamo AmeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora