Una chica que estaba tarde

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Una mañana soleada, un cielo azul, radiante, sin ninguna nube a la vista ...y una chica, una chica cuya alarma no programó la noche anterior y ahora llegaba tarde al instituto.

-Gran manera de comenzar el curso Catherine, eres una genio.

Recuerdo estar durmiendo plácidamente en mi cama soñando con el delicioso desayuno que comería al despertar. Unos pequeños (pero muy molestos) rayos de sol comenzaron a asomarse por la ventana, irradiando en mi cara
Comencé a despertar lentamente, despegué con calma mi cansado cuerpo de las sábanas. Miré mi reloj como era costumbre y me fijé que eran las ocho de la mañana. Me limité a estirarme con elegancia, mientras escuchaba el dulce trinar de...ESPERA ¿!QUE¡?

Eran pasada las siete, ESTABA MUY TARDE!!!!!!

-Genial mi perfecto despertar arruinado.

Salte rápidamente de la cama como un bólido y estampé mi cabeza contra el suelo (otra vez), esto no puede ser bueno para una adolescente de 15 años que llega tarde a clases (otra vez)
Este desafortunado suceso (que casualmente ocurre todas las mañanas) no podía ser menos oportuno, está vez.

El golpe ocacionó que me partiera el labio y estos terminaran como los de alguien que había estada besando una aspiradora por más de una hora.
Pero no tenía tiempo para preocuparme por eso, había problemas graves. Empezé a moverme.

Me dí una ducha rápida , me vestí y salí directo a clase.

Definitivamente de esta no me salvo
.....

Iba agitada, podía sentir el sudor recorriendo todo mi cuerpo, le daba a los pedales de la bici lo más rápido que podía, dudo que eso me ayudase, ya que solo llegaría un poco menos tarde de lo tarde que ya estaba.

-¡Oh dios el Sr. Putland va a matarme este año también!- murmuré entre dientes mientras me acercaba a la entrada de el instituto.
Estacione mi bici rápidamente y corrí lo más veloz que pude para llegar a mí salón.

-¡BUENOS DÍAS!- grité agitada mientras abría bruscamente la puerta del aula.
Todos me miraron fijamente por un rato, y yo solo me quedé inmóvil mirando la nada. Solo disimula Cass, disimula, disimula , si tú no los ves ellos no pueden verte.

El Sr. Putland solo me miró molesto y señaló mi asiento con el dedo .
Caminé desesperada hacia mi lugar tapándome la cara de la vergüenza.
Mi compañera de asiento me miró con una sonrisa de medio lado y una ceja levantada.
_Cariño, se te pegaron las sábanas?- dijo ella con un tono sarcástico.

_Ja ja ,que graciosa

_O acaso están con el camión que te pasó por el labio

_Ya cállate _ le susurré molesta fingiendo escribir en mi cuaderno.

. . .

Después de clases , Taylor yo caminamos de vuelta a casa, hablando de tonterías sin sentido

_Oye , ¿nunca has pensado que deberían inventar un bistec con sabor a chocolate?

_ Cass .._ balbuceó entre risas_ jaja déjate de tonterías, hablemos de algo más serio...jaja

_Ok señorita seriedad....¿De que quieres hablar?_bufe mientras rodeaba mi brazo al rededor de su cuello

_Bueno...no se...háblame de la carrera que vas a escoger

Al escuchar esto mire a Taylor extrañada y le di un pequeño golpe amistoso en el hombro

_A que viene esa pregunta, sabes que desde pequeña quiero ser periodista,no puedo creer que seas mi mejor amiga_ sonreí de manera pícara y continúe caminando a su lado, está vez sin prestar mucha atención en lo que decía. Su pregunta inocente había echo nacer en mi un mar de pensamientos

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