¡Vistiendo a Yoongi! [Yoonmin] [Adaptación]

24: Declaraciones inesperadas

Jimin seguía buscando por todos los rincones de la casa a su desaparecido mejor amigo. Estaba empezando a preocuparse, pero considerando la seguridad que había en aquella mansión, descartó un secuestro.

¿Quién secuestraría a Taehyung, para empezar?

Mientras caminaba, se encontró a Jungkook y a Yoongi charlando mientras reían, sentados en el sillón. Eso lo desconcertó.

Se acercó, dudando de su vista, a los dos chicos que sonreían felizmente.

—¡Jimin hyung! —exclamó la aguda voz de su novio que se acercó con una sonrisa y le dio un tierno beso en la mejilla.

Yoongi rodó los ojos, fastidiado por ello y, cuando Jungkook se volvió a dar la vuelta para sentarse, embozó rápidamente una sonrisa.

—¿Habéis hecho las paces o algo por el estilo? —preguntó Jimin dudoso al ver que ya no había la pesada tensión entre los dos amigos.

Yoongi asintió sin decir nada, repasando con su serena sonrisa toda la figura del mayor que se encontraba con las manos apoyadas en sus caderas.

—Le dije "¡Yo soy como el tiempo, no perdono, pero sí olvido!" y él me dijo "Te compré comida" y me abalancé a sus brazos como la pareja de mejores amigos que somos.

—¿Por qué esta historia se me hace tan conocida? —se cuestionó para sí mismo el castaño—. De todas formas, me alegro mucho por ustedes, chicos, echaba de menos verlos juntos.

Jimin esbozó una sonrisa sincera, no mentía cuando dijo eso, sabía que ambos chicos se necesitaban a pesar de sus diferencias.

Llevó la vista hacia el pelirrojo y se sonrojó al ver que éste lo estaba mirando fijamente con sus penetrantes ojos marrones y brillantes con una sonrisa suave que se convirtió en una ladina al notar el color rojo en las mejillas del mayor.

Jimin desvió la mirada hasta la dulce de Jungkook—. En fin... ¿habéis visto a Taehyung?

El pelirrosa negó con la cabeza.

—Dijo que quería leer algo y le recomendé que fuese a la biblioteca —empezó a hablar Yoongi sin apartar la vista de Jimin—. Así que a lo mejor estará ahí.

El castaño estaba empezando a ponerse nervioso porque, a pesar de que no había ningún mensaje oculto tras las palabras de Yoongi, su intensa e interrumpible mirada lo estaba confundiendo.

Jimin asintió y, cuando iba a darse la vuelta para irse, volvió a mirar a Yoongi, recibiendo un descarado guiño de éste. Jimin se sonrojó y se marchó de ahí a pasos rápidos.

Yoongi, cuando vio a su mayor irse, pudo soltar el aire retenido en sus pulmones y el calor en su cara se expandió. Eso había sido simplemente demasiado osado viniendo de una persona tan tranquila como él, pero cuando vio a su hyung sonrojándose, supo que había valido la pena.