Capítulo 7

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Intento abrir mis ojos pero hoy pesan más que todos los días. Me duele la cabeza, mi garganta arde -¿Qué ha pasado? -Coloco mis manos en mi cabeza para tratar de calmar el dolor.

Siento que alguien se mueve en la habitación -Sergio, me duele todo -dije quejándome sin siquiera abrir los ojos.

-Eso te pasa por no saber tomar -me dijo una voz conocida pero no la de Sergio y abro mis ojos por primera ves como si estos fueran dos platos.

-¿Qué haces aquí? -pregunto a gritos. Es Demian. Lo veo con unos pantalones y sin camisa. Su cuerpo estaba mas trabajado del que pensaba. Me miro, estoy desnudo, bueno, en bóxer, pero desnudo. Me fijo y noto que esta no es mi habitación -¿Qué ha pasado? -grité desesperado sabiendo la respuesta.

-Pues lo que paso fue que... -lo interrumpo dándole un golpe en la cara. Él me mira insólito. Estoy desesperado. Mis ojos se llenan de lágrimas. Intento aparentar enojo pero más bien doy a mostrar tristeza.

Me cubro mi cuerpo con las sabanas. No podía creerlo pero es obvio, tuve sexo con Demian y no recordaba ni mierda. Estoy frustrado -¿Cómo llegó a pasar esto? ¿Dónde está Sergio? ¿Porqué no me detuvo? - Me pregunto dentro de mí sin siquiera poder reaccionar. Una leve risa me hace volver en sí. Demian me veía divertido, riendo como si todo esto es un chiste. Me enojo, me enojo tanto. Mi furia es grande, tan grande que no lo pienso dos veces y me tiro encima de Demian y tomo mi puño izquierdo y le tiro a la cara pero este me sujeta el brazo.

-¡Suelta mi mano maldito! -grité histérico.

-Oye, espera -decía en risas -no es lo que piensas. Déjame explicarte.

-¿Qué me vas a explicar? -pregunté histérico -¿Qué tuviste sexo conmigo mientras no podía evitarlo?

-¿De qué hablas? No pasó nada. Ayer bebiste de más, te saqué de la discoteca, vomitaste, te desamayaste y te traje a mi dormitorio porque no quería dejarte sólo afuera para buscar a tus amigos -dijo mirándome divertido.

-¿No hubo sexo? -pregunté sollozando.

-No, no hubo sexo.

-¿Y porqué estoy desnudo?

-Tu ropa apestaba y no iba a permitir que durmieras en mi cama así, mejor te dejaba en el piso -dijo riendo mientras yo lo miraba serio.

-Es un alivio -respiré aliviado. Al parecer no hice nada de lo que me pude arrepentir.

-Frederic vendrá en unas horas. Él durmió en tu dormitorio y te traerá ropa. Creo que deberías ducharte para que se te quite la cruda. En esa mesa está una toalla limpia.

-Gracias -dije tímido -Y perdón por el golpe.

-Si. Ahora, no sabes lo mucho que me gusta que estés encima de mí, pero creo que debes quitarte -dijo con una sonrisa mientras que mis mejillas murieron en calor.

-¡Perdón! -grité y me levanté del piso, busqué la toalla y me entré en el baño en un pestañar.

En la ducha el agua estaba fría y eso me gustaba. Sentía que mi cuerpo volvía a la normalidad con cada gota de agua.

Al cerrar la ducha me puse la toalla y me paré de repente -¿Qué haré hasta que llegue Frederic? ¿Me quedaré en toallas? ¿Con Demian aquí? -pregunté dentro de mí mientras mis mejillas comenzaron a calentarse.

Al cabo de unos minutos salí del baño envuelto en la toalla y me senté en una silla sin decir nada.

-Tu cuerpo no está mal -comentó Demian quien seguía sin camisa y con esos pantanes de mezclillas. Se veía tan sexy, no puedo evitar notar a ver si... Me tapo la cara y él me mira extraño.

A Escondidas (*Gay*'Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora