One

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Aún recuerda la primera vez que la vio en aquella cafetería. Fue un lunes, a las seis y media de la tarde, aquel día había sido uno muy frío y lluvioso así que esa cafetería era perfecta para pasar el rato.

Habia ido a aquel lugar para hacer una tarea que tenía pendiente de la universidad, nada difícil. Tomo un sorbo de su taza de café, el cual había pedido sin azúcar y cargado.

La campanita de aquella cafetería sonó, anunciando la llegada de un nuevo cliente, y en efecto. Dos jóvenes pasaron, riendo de algún chiste. Yoongi tecleo algunas palabras en su laptop y tomo otro sorbo, acomodo su lentes y leyó lo que había escrito.

Por otro lado, las chicas tomaron asiento en la mesa que seguia a la de Yoongi, y a los pocos segundos una muchacha se acercó a tomar su pedido, amabas pidieron capuchino, pero con la diferencia de que una lo quería frío y otra caliente.

—Mira Suran, ¿a poco no está guapo aquel chico?.

—¿Eh?.

Giro para atrás y lo vio, Yoongi estaba tan concentrado en su laptop no se dió cuenta de las miradas que traía encima.

—Jum, solo un poco.

—¡Ya!, solo un poco.

—No es mi tipo, Yeji.

A los minutos llegó la mesera con su pedido y ambas se dedicaron a conversar y contar lo que les había pasado en aquella mañana y tarde. Pasó una hora, en la cuál terminaron su capuchino y ambas se habían puesto un reto.

—La que logré conseguir el número y nombre de aquel chico no paga la cuenta.

Había dicho Yeji, ella fue la primera y Yoongi le había mandado al demonio.

—¿En serio te dijo eso?.

—Si, fue muy grosero.

—Uh...bueno, quizá esa sea una señal de que–...

—Tu turno, Suran.

Y, para sorpresa de ambas, Suran fue la ganadora. Y Yoongi jamás pensó que aquel simple papel cambiaría su vida.

[•••]

Un año. Un año había pasado, en el cual Yoongi y Suran se fueron conociendo. En todo ese tiempo, Suran se dió cuenta que Yoongi era un chico pasivo agresivo, ya que en algunas ocasiones se comportaba como un patán y otra era toda una masita.

Con ella era una persona amable, cariñosa, romántica y sobre todo respetuoso.

En todo aquel tiempo, ninguno había conocido a la familia del otro, lo cual había sido completamente raro para cualquiera, pero para ellos era respeto, ya que habían tomando la decisión de esperar aunque sea un año para ver si su amistad no terminaba en un abrir y cerrar de ojos.

El primero en presentar a su familia fue Yoongi. Toda la familia Min la había recibido con los brazos abiertos.

—Bienvenida querida, Yoongi nos hablo mucho de ti.

—¡Mamá!.

Después le tocó a Suran. Cuando Yoongi llegó a la casa de Suran la única que lo recibió fue ella y su madre, la cuál solo le había saludado y luego había salido a trabajar, dejándolos solos.

—¡No Suran, espera!.

—¿Que, acaso no lo quieres?.

Vales Mucho |Y.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora