VII

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—¡Ah, Jimin! Mgh- no.

—¿Más suave?

—P-por favor, estás siendo, ah, muy duro —se quejó el menor cuando su mejor amigo presionó con sus dedos aquella zona tensa de sus hombros, era capaz de sentir su estrés y nerviosismo con simplemente respirar el mismo aire desde el día anterior que se quedó con él en su casa para apoyarlo moralmente para lo que tenía que hacer este día, pues deshacerse de la que por dos años fue su centro influyente al cambio que gracias a una apuesta pudo haber no era tan fácil como se lo hacía ver Jimin, y menos cuando tiene que ser como la descabellada idea que este le dio según porque sería genial y placentero en un momento como ese. Confiaba y no confiaba en él, pero por algo lo dijo—. Quiero desestresarme, no quebrarme los huesos.

—Bueno, lo siento, pero así me enseñaron para cuando tuviera que lidiar con una situación donde cierto chico quiere terminar con su novia, que le era infiel, por cierto —dijo susurrando en un movimiento rápido hacia el oído contrario—, por querer follarse y hacer quién sabe qué cochinadas con el que le pegó cacho pero que se estresa y le entra la crisis por ser nuevo en esto.

Jungkook no habría sabido cómo resumirlo tan bien en menos de diez segundos, parecía que nunca hubiera experimentado lo suficiente como para saber qué hacer ahora. Estaba claro el plan que debe seguir gracias a que la mentalidad abierta de su amigo lo ayudó, mas no tiene idea de cómo carajo llevarlo a cabo. ¿Un poco de juego previo o sin juego previo?

Ya se había mentalizado que sería un día en el que habría intimidad y él estaría involucrado; diferente a como Nayeon tenía planeado, pero igualmente no solo él disfrutará.

—¿Otra vez te quedaste pensando en que sería tu primera vez experimentando tal cosa, Jeon? —le cuestionó Jimin cuando notó su silencio y la mirada perdida del menor, fija en algún punto muerto de su entorno, como frecuentemente le ocurre cuando su mente viaja más allá de donde puede llegar y pierde su rumbo devuelta en sí.

Estaba inerte, incluso parecía como si no respirara y el pelirrosa entró un poco en pánico, sacudiéndolo y consiguiendo una pausada negación, como si sus oídos escucharan, pero su mente no.
Por la mierda que se había asustado, no era sano que entrara en trances tan extensos casi diariamente; pero lo que no sabía era que Jungkook no pensaba en otra cosa que no fuese en ese pelirrojo que tanto lo ponía, pensando en su reacción cuando presencie lo que tiene planeado para ese día.

—Te he dicho que no hagas eso de nuevo, Kook. Me asustas.

Y apenas escuchó el tono de voz de su mejor amigo fue que logró regresar en sí completamente, veía la angustia en sus gestos, sus cejas fruncidas y labios apretados demostrando igual su enojo. Le dolía en cada rincón de su jodido ser causar esos sentimientos en él, pero no podía evitar dejarse llevar por lo que lo superaba.

—Lo siento, Minnie.

—Ya, ya —suspiró profunda e irregularmente, drenando la tensión que se creó lejos de ahí, volteando a ver al castaño con una sonrisa sincera. A veces sonreía con tanta facilidad que llegaba a inquietar—. Debemos irnos ya, es tarde.

Y por supuesto, el tiempo había pasado relativamente rápido, considerando los nervios del momento, las preocupaciones de Jeon y que para rematar se habían despertado super tarde porque querían pasar una noche viendo series en Netflix como cuando compartían el departamento que justo ahora es de Jimin.
Jungkook más que nadie era el que necesitaba suficiente energía, y más cuando ya su mente maquinó qué era lo que quería hacer esa tarde.

———

Decir que estaba aburrido y que ansiaba malditamente salir de su casa siquiera a ayudar a su papá a trabajar en el garaje sería una atenuación, él no era un chico al que le gustara mucho quedarse en casa cuando no tiene nada que hacer ahí, y menos cuando fue una orden.

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𝐓𝐑𝐈𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐎𝐁𝐋𝐈𝐆𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍 → 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora