Eva es una crítica literaria muy exitosa, todos la consideran una mujer perfecta porque siempre parece tenerlo todo calculado, además de su belleza e inteligencia, en fin, una dama en toda regla, nadie imagina que detrás de esa hermosa fachada se esconde un excitante secreto.
Esta noche es muy especial, la inauguración de una nueva biblioteca en la ciudad es todo un acontecimiento, están invitados grandes figuras del mundo de la literatura, entre ellas, Eva y su amado esposo Oscar.
Al llegar todo esta magníficamente decorado con luces doradas y adornos florales, las mujeres lucen hermosos vestidos de gala y los hombres elegantes trajes, para celebrar aquella magnífica obra que alberga un mundo de conocimientos de un valor incalculable.
Los invitados saludan a Eva y a su esposo, para la sociedad son la pareja perfecta.
Al entrar al salón Eva se detiene, completamente congelada, no podía creer lo que veían sus ojos, se le acerca un hombre alto, de ojos claros y cabello oscuro, ella sabía perfectamente quien era y su corazón comenzó a latir.
El hombre la observa admirando lo hermosa que luce esa noche, con ese increíble vestido rojo que cubría su cuerpo y la hacía ver como una auténtica diosa, Oscar presencia el momento, pero no se da cuenta de lo que realmente estaba sucediendo, saluda al hombre llamándolo por su nombre
-Gonzalo, es un placer volver a verte - dijo Oscar estrechándole la mano.
Eva se mantuvo en silencio, sabía que su voz podría delatarla, así que se limitó a observar lo que estaba sucediendo frente a ella. Gonzalo la observó con una mirada devoradora, de la cual, sólo ella pudo percatarse, mientras le devolvía el saludo a Oscar. Eva pensó que se desplomaría en el suelo de tanta tensión cuando el fundador de la biblioteca llama a su esposo para hablar dejándola a solas con su tentación.
-estas hermosa- dijo Gonzalo provocándola, ella solo podía respirar y evitar el contacto visual, sentía como el rubor se apoderaba de sus mejillas
-gracias- dijo con un tono de voz que los confundió a ambos.
Oscar seguía distraído, Gonzalo lanzó su última mirada de invitación hacia Eva antes de desaparecer sigilosamente por uno de los pasillos de la biblioteca, como si fuese una niña persiguiendo un dulce, ella se aseguró que nadie se diera cuenta y lo siguió.
El pasillo daba directo a los estantes del fondo que cubrían la puerta de entrada al cuarto de los archivos, la cual estaba casualmente abierta, ambos entraron y comprobaron que no había nadie.
-Cuanto tiempo sin verte - dijo Gonzalo con voz seductora acercándose a ella, la cual, sin saberlo estaba temblando
- lo mismo digo - dijo Eva en un susurro cuando ya Gonzalo había rodeado su cintura con sus brazos. Sin saber cómo ni por qué volvió a caer prisionera del deseo, dejándose arrastrar por la pasión que existía entre ellos, volvió a ser la chica salvaje y descontrolada que había sido años atrás.
Años atrás...
De camino a la escuela Eva se sentía emocionada, su madre la acompañaba a la ceremonia más importante de su vida, su graduación, por fin saldría de la facultad y comenzaría a trabajar, para dentro de un tiempo ser totalmente independiente y recoger los frutos de tanto esfuerzo.
Al llegar al edificio principal la joven se encuentra con Oscar y Andrea, su novio y su mejor amiga, las dos personas que la acompañaron en todo ese largo trayecto que había sido la universidad.
La alegría inundaba cada rincón y Eva solo pensaba en lo rápido que había pasado el tiempo sin ella darse cuenta.
Se dio comienzo a la ceremonia política que se celebró en el patio del colegio, Eva no dejaba de observar discretamente la alegría que brotaba a su alrededor cada vez que uno de los graduados recibía su título, ni de pensar en por qué ella no se sentía igual que el resto. De pronto su nombre resonó en sus oídos, seguido de aplausos y chiflidos de aliento, la inercia la hizo ponerse de pie y en un abrir y cerrar de ojos estaba en el escenario recibiendo el título de oro, mira a todos y ve la alegría y el orgullo en la cara de su madre, su mejor amiga y su novio, dibuja una sonrisa en su rostro y piensa <<si esto es por lo que me esforcé tanto ¿por qué no me siento feliz?>>, baja de la plataforma, su mamá la abraza y recibe los elogios de los demás presentes.