Capitulo 8

1.4K 60 2
                                    

Marraton por cumpleaños de bebé Pearce 3/5
Narra Tn:
Tomé mi celular y suspiré al ver que era Meg.

-¿Hola? -Conteste.
-¡Hasta que te dignas a contestar, mujer! -reí.
-Lo lamento, en serio.
-No, no lo lamentes. Sé por que no lo hacías, picarona.
-¡Meg! -reí algo nerviosa.
-Ay Tn, ¡Por Dios! ¡Tuviste sexo con Pearce Joza! ¿Quién lo diría?
-Lo sé, lo sé -suspire- No me lo recuerdes.
-¿Qué? ¡No me digas que te arrepientes!
-¡No! -negué inmediatamente. -Sólo que me cuesta asimilarlo...
- Ay por dios, nena.
- Meg Donnelly, ¿Podrías ser menos abierta?
-Ya me conoces, y así me amas.
-Cierto -reímos.
-¿Recuerdas que día es hoy?
-No. -Me puse a recordar, no era su cumpleaños, ni el de alguien importante.
-Sábado, hoy tenemos la cita para las perforaciones. ¿Lo recuerdas?
-¡Oh!, si, si. Ya lo recuerdo, precisamente me puse una blusa que deja ver mi vientre.
-Bien nena, ¿Paso por tí, pasas por mí, o nos encontramos?
-Yo paso, ayer por la tarde me entregaron el auto, y de paso hacemos algunas compras, ¿no?
-¡Si, tarde de chicas! -Sadie gritó como niña y yo reí.
-Bien, en cinco minutos te veo.
-De acuerdo, cariño. Nos vemos, te quiero.
-Tambien te quiero -Colgué y lancé un suspiro, me paré frente al espejo y divisé mi ombligo.
-Serás perforado en unas horas, bebé. -me dije a mí misma, reí y tomé mi bolso, cerré mi habitación y después salí de casa en camino a casa de mi amiga.

-No lo creo, Meg -dije bajando de mi BMW Negro, cerré la puerta y active la alarma.
-¡¿Por qué no?! -pregunto mientras me miraba. Comenzamos a caminar.
-Porque sí ese pobre vagabundo, hubiese tenido una vida, no se hubiese llamado 'vagabundo' -hice comillas en la ultima palabra.

Meg se cruzó de brazos.

-Si hubiese tenido una vida, igual sería vagabundo. Porque ese es su destino -dijo y reí por sus palabras. -Bien, dejando al pobre vagabundo atrás. ¿Qué haremos primero?.
-No sé, ¿Qué es lo que quieres hacer tú?
-Que tal si nos perforamos primero, después vemos tiendas y luego comemos.
-Me parece perfecto, Meggy.
- ¡No me llames así! Soy Meg, no Meggy.
-Bien, bien.

Reí, pasé mi brazo por su cuello y ella paso el suyo por mi cintura. Comenzamos a caminar, directo a la tienda que se encontraba a unas cuadras.

-Hola Matt -saludo Sadie a nuestro viejo amigo. Él nos perforaría, nos conocimos en un bar y él nos habló de su vida, ya era viejo pero parecía demasiado joven al igual que su cuerpo.
-Hola, Meg! Hola, Tn! -saludo. -Creí que no vendrían.
-Creiste mal. Sólo que la señorita Sadie no encontraba su labial rojo -Matt y yo reímos, mientras mi amiga bufaba.
-Ese labial es demasiado importante para mí -hizo un puchero y Matt negó con la cabeza.
-¿Quién será primero? -pregunto.
-¡Tn! -grito Sadie mas rápido que un correcaminos. La mire sonriendo.
-Miedosa.

Matt se sentó, y comenzó a darme instrucciones sobre no moverme, que iba a doler, pero sería poco y cosas así. Sólo asentí con la cabeza, Sadie me tomo de la mano.
Matt tomó un bolígrafo negro y marcó la parte que perforaría. Luego me pidió que me sentara en la silla de piel negra, tomó unas pinzas que tenían un circulito en medio, las puso en la parte marcada con negro, y después tomo una especie de inyección en jeringa, sin soltar las pinzas, adentro la inyección sobre el circulito traspasando mi piel. Gemí un poco y apreté la mano de Meg, quien veía el proceso con una cara de miedo.
Luego me dió a elegir entre los aretes que tenía, elegí uno que se adentraba por la piel, y tenía dos bolitas en los costados, uno por arriba y otro por abajo. Tomó una bolita de algodón con alcohol y frotó con cuidado alrededor de mi ombligo.

-Listo -dijo sonriendo. -Que valiente,Tn.
-Gracias -sonreí y miré a Meg.
-¿Lo quieres hacer?
-¡Claro! -sonreí y ahora cambiamos de lugar, le di mi mano y Matt tomó otras pinzas iguales, y una inyección distinta. Comenzó a hacer los mismos pasos que hizo conmigo.
Después de que terminara la perforación de Sadie, pagamos a Matt quien nos agradeció y despidió con un 'Cuando quieran', después salimos del local.
Sadie iba con su dramatismo a todo lo que daba mientras yo reía a carcajadas.
Comenzamos a recorrer las más grandes tiendas de Los Angeles, mientras buscábamos ropa, zapatos, y cosas que comprar. Entramos a unas quince tiendas donde salíamos con máximo cuatro bolsas de mercancía, agotadas regresamos al auto y dejamos las bolsas.

-Ahora sí, a comer -hablo Meg y asentí. Conduje hacía un restaurante de comida china. No tardamos ni qunce minutos en llegar. Dejamos las bolsas en el auto, y bajamos riendo por una tontería de mi mejor amiga.

Entramos al restaurante y nos sentamos en una mesa, pedimos la comida y después Meg se quedo paralizada, lo cual logró asustarme.

-¿Qué tienes? -pregunte alarmada.
-Na.. Nada.
-No, algo tienes... ¿Por qué esa cara?

Meg señaló a la puerta y me giré para ver, pues estaba de espaldas. Sentí que mi estomago se retorcía, él estaba ahí, se encontraba en el restaurante.

Dios ¿Ahora qué hago?

-Meg, ¡Vámonos! -fue lo primero que vino a mi mente.
-¿Qué? ¡No, tu estas loca! Nosotras nos quedamos.
-¡Por favor!
-Tn, se tenían que ver las caras algún día.
-Si, pero no ahora. Bueno al menos aún no me ve.
-¿De que demonios hablas? ¡Pearce viene para acá!
-¡Mierda!
-----
Voten y comenten si les gusta la historia.

Secret Sex! +18 [Pearce Joza](ADAPTACION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora