eight

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Viernes dos de diciembre, mañana era el gran día de su presentación.
Sanha pasaría a recoger los vestuarios.
Hyunjin se veía al espejo mientras ataba su cabello.
Sonreía para sí mismo, debía admitir que con el cabello largo y el piercing se veía muy lindo.
La hora del ensayo había llegado así que estaba terminando de arreglarse.
Su teléfono vibró y de inmediato lo tomó, era un mensaje de Daehwi confirmando sí si iría al ensayo.

– ¿Hyunjin, te llevó? - escuchó la voz de su hermana

– ¿Y eso? - preguntó - ¿Vas a ir a algún lado o qué?

– Bueno, es que te escuché decir que después del ensayo saldrían al cine y-

– ¿Quieres acompañarnos, verdad? - Hyunjin rió por lo tierna que se vio su hermana - Entonces vámonos

Los hermanos Hwang salieron de su casa.
Yeji no aprovecharía una oportunidad así para no salir, amaba ir al cine.
Mientras tanto Hyunjin pensaba en Changbin.
Toda la semana estuvieron viéndose, claro de lejos por que casi ni hablaron.
Changbin conoció un nuevo grupo de amigos, de los populares y como era tan sociable encajó de inmediato.
Y Ryujin, esa chica se la pasaba con él todo el maldito tiempo.
Daehwi intentaba que se sentará con ellos para que su primo abriera los ojos y se diera cuenta del gran amor de su mejor amigo, pero Changbin decía que en un momento iría cuando eso no pasaba.
Hyunjin había dado un paso pero retrocedió tres.

– ¿Jinnie, todo bien? - Yeji estaba preocupada, pues su hermano no había dicho ni pio desde que salieron

– Oh, sí, no te preocupes - le sonrió aunque por dentro quería llorar

Llegaron a su destino, Yeji le dijo que iría un rato al centro comercial mientras él ensayaba y cuando terminarán que la buscarán allá para ir al cine.

– Sanha ya se tardó mucho - Bomin hizo un puchero

– Lo sé - Daehwi suspiró - Su trabajo era solamente ir por los malditos trajes y después volver aquí pero ese estúpido seguro se compró un helado

– Vamos chicos, a lo mejor en este momento está de regreso - Hyunjin trató de ser optimista

Mientras tanto en el otro lado de la cuidad se encontraba Sanha con un gran problema.
Llevaba los trajes consigo pero cuando subió al autobús se quedó completamente dormido, los exámenes estaban acabando con él.
Entonces se pasó su parada y ni siquiera sabía dónde estaba, su celular ya no tenía batería y apenas tenía unos cuantos billetes en su bolsillo.

Entonces se pasó su parada y ni siquiera sabía dónde estaba, su celular ya no tenía batería y apenas tenía unos cuantos billetes en su bolsillo

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Yeji mordió su paleta de hielo viendo en las vitrinas la bonita ropa que había.
Entonces una risa conocida llegó a sus oídos, de inmediato volteó y se encontró con Ryujin.
Sonrió, estaba apunto de correr hacia ella cuando un chico se le adelantó, su sonrisa se borró de inmediato y frunció el ceño.
No podía ver bien quien era él así que sigilosamente se acercó, la pareja se sentó en la fuente.

– Ay, binnie no hagas eso - habló entre risas la peliazul

– ¿No hacer qué? - el chico preguntó mientras le guiñaba un ojo

Gran sorpresa fue la de Yeji al reconocer quién era.
En primer lugar...
¿Cómo mierda se conocían esos dos?
Ryujin no era la persona más sociable del mundo, de hecho era todo lo contrario.

𝙋𝙨𝙮𝙘𝙝𝙤 - 𝘾𝙝𝙖𝙣𝙜𝙟𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora