En la siguiente noche Derek se sorprendió, Stiles había puesto acónito en la ventana. Soltó un bufido y se coló en la casa por una de las ventanas de la primera planta.
Entró a la habitación y se acostó con el castaño, no tenía sueño así que se quedó observándole. Parecía un acosador, solo un poco, pero es que ese chico le traía loco. Sentía la necesidad de protegerle, aunque le costara la vida, sin esperar nada a cambio y, contra todo pronóstico, siempre obtenía algo del menor: una sonrisa, un guiño, un toque, algún comentario sarcástico con uno de sus motes al final...
Se acomodó mejor en la cama y rodeó al castaño lo mejor que pudo, retirando algo las mantas, sabía que le pasaba cuando tenía calor.
-Jodido y estúpido Derek. No sé cómo has entrado, pero lo descubriré. Esto no quedará así, ya verás tú. Te voy a pill... ¿Qué diablos?- encima de sus escritorio había una cajita, no más grande que su mano. Era sencilla, roja y sin adornos. Al abrirla no pudo evitar un jadeo de sorpresa al ver el triskel que Derek tenía tatuado como un pequeño dije, sostenido por una tira de cuero-. Mierda, estoy malditamente enamorado de Derek a niveles catastróficos y me acabo de dar cuenta. ¡PAPÁ, TENGO UN PROBLEMA GORDO! ¡AYÚDAME!- gritó mientras iba al cuarto de su padre, el cual estaba acostado mirando el techo, preparándose mentalmente para el monólogo de su hijo sobre su amor por Derek Hale. Soportó los de Lydia, este no podía ser diferente.
Este fue diferente, muy diferente.
***
Otro capítulo para vosotros.
Espero que os guste y, de momento y si no hay cambios, solo quedan dos capítulos para terminar.
Adeu
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Las Visitas
FanfictionDerek, cada noche, duerme con Stiles sin un motivo aparente. ¿Por qué será que lo hace? *** Historia corta