Capítulo 6

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Una semana, una maldita semana intentando atrapar a Derek. Su padre se reía de sus intentos y no ayudaba en nada, Stiles pensaba que más de una vez el Sheriff le había abierto la puerta a Derek. Traidor.

Iba conduciendo hacia el loft de Derek. Si el lobo no iba al humano, el humano iba al lobo, así de simple. No se había comunicado con su manada, la de Scott. Sin embargo, Erica, Boyd e Isaac se habían preocupado por su estado, invitándolo a comer y de compras, a pesar de que nadie soportaba a Erica de compras, excepto Boyd. Al principio era un tanto incómodo, pero pronto empezaron a salir con más frecuencia y Peter se les unió. Eso fue lo mejor, Erica y él se unían para molestar a Isaac y Stiles simplemente soltaba sus comentarios sarcásticos sin que le miraran mal. Se sentía correcto estar con ellos, era normal, pero Scott no pensaba lo mismo. Intenta convencer a Stiles de dejarles de lado por prejuicios estúpidos y sin sentido. Realmente no hacía nada por cambiar la situación, ni una sola vez intentó remediarlo, no respondía a los mensajes, no quedaba con él, no se preocupaba... Bueno, una larga lista de cosas que debería hacer, pero no hace por estar centrado en su manada de gente perfecta.

Llegó y aparcó el Jeep junto al Camaro, para él una prueba de que Derek estaba en el loft. Subió las escaleras rápidamente, casi muriendo en el intento.

-Derek, arregla ya el ascensor, por favor- y, cuando estaba a punto de llamar a la puerta, Peter la abrió.

-Acaba de saltar por la ventana, corre si quieres alcanzarlo. Bonito colgante, cachorro -dicho esto el lobo volvió a cerrar la puerta.

Volvió a recorrer el mismo camino, pero a la inversa. Justo cuando llegaba al estacionamiento el Camaro arrancó y salió disparado.

-¡Jodido lobo de pacotilla! ¡Te voy a atrapar, Sourwolf!

-Hey, Batman. ¿Vienes a comer? Peter ha pedido pizza, puedes quedes quedarte con la de Derek, no creo que vuelva -le propuso Erica. Isaac y Boyd estaban en el portal, esperando.

-A la mierda, me quedo a dormir en el loft. A ver si así lo atrapo -finalizó Stiles. Los betas de Derek le miraron con diversión, esto que se traían su Alfa y el humano les entretenía muchísimo, tanto que hasta habían apostado. Derek había marcado territorio de una forma muy sutil, se dieron cuenta los betas, ya no solo con el aroma impregnado en el chico, sino por el colgante que le llevaba al cuello.

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