Capítulo Doce

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Capítulo Doce

En el ascensor, Tay trató de pararse a mi lado.

Me movi.

Trató de hablar conmigo.

Lo desconecté.

Cuando trató de agarrarme del brazo, moví mis garras, recordándole lo que había pasado la última vez que lo había intentado.

Sabía que a los demás les divertía lo que estaba sucediendo. Gun apenas podía mantener sus risitas detrás de sus labios. Lo ignoré Tenía muchas otras cosas en mi mente. No sabía qué tipo de juego estaba jugando Tay, pero no quería jugar.

No me estaba divirtiendo.

Tan pronto como llegamos a nuestro piso, salí del elevador y corrí por el pasillo hacia el conjunto de habitaciones que habíamos alquilado. entonces, entre.

Caminé directamente a una de las dos habitaciones y me encerré.

Cerré los ojos mientras me recostaba contra la puerta y escuchaba a los demás entrar a la suite. Sus voces eran lo suficientemente bajas que todo lo que podía escuchar eran murmullos, pero no tenía dudas de que estaban hablando de mí.

Mi comportamiento era extraño, y lo sabía.

Simplemente no me importaba.

Después de un momento, abrí los ojos y me aparté de la puerta. Necesitaba una ducha y una siesta, algo fuerte, y luego tenía que pensar como salir de allí. Había hecho lo que me había propuesto hacer. Ai'Tay estaba a salvo.

Ahora, necesitaba asegurarme de que estaba a salvo.

Mi ducha tardó un poco más de lo que había planeado, pero eso fue simplemente porque pasé la mayor parte del tiempo con la cabeza bajo el agua tratando de no hacerlo. no queria romperme en un millón de pedazos. No sabía mucho sobre este tema de Gatos, pero no pensé que se suponía que no debía acurrucarse dentro de mí y sollosar.

Tomó tiempo, pero lentamente me di cuenta de que mi gato estaba afligido, y estaba bastante seguro de saber por qué estaba afligido. Era lo mismo por lo que estaba llorando por fuera. Eso hizo que mi decisión de poner tanto espacio entre Tay y yo fuera mucho más fácil ... y mucho más difícil.

Era una posición agonizante para estar.

Cerré la ducha y salí, buscando una toalla. Me sequé lo mejor que pude y me até la toalla a la cintura.

Jadeé cuando vi mi reflejo en el espejo. Mi piel estaba pálida y tenía grandes bolsas debajo de mis cansados ​​ojos. Incluso mi cabello parecía apático.

Lo que fue aún peor fue el constante descenso de mis labios. Sentí como si estuviera frunciendo el ceño permanentemente. P'Boy me mataría si me viera.

Lo bueno es que me estaba saliendo del negocio del modelaje.

Me pregunto cuánto tiempo me llevaría empacar.

Necesitaba decidir qué iba a tomar, vender el resto y salir corriendo.

Podría ayudarme si pudiera averiguar a dónde ir. El hogar estaba fuera de la lista. No solo no quería tratar con mis padres y la gente de mi ciudad natal, pero siempre existía la posibilidad de que Ai'Tay visitara a P'Off, posiblemente poniéndolo en mi camino.

El objetivo aquí era no toparse con él.

París era agradable, y tenía un pasaporte. Tal vez pasaría un par de meses allí, y espero recuperar un poco de color en mis mejillas, y luego decidiria a dónde quería ir.

[Terminado] Operacion Azul [TayNew]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora