Solo un beso...- Noah Beck [Cancelada]

11°

- ¡¿Ni si quiera podré hacer la sesión de fotos?!

Estoy en urgencias y me estuvieron revisando la rodilla. Aún sigo a la espera del doctor.

- No lo sé Hera, eso depende de tu estado.- me dice Laia a través del teléfono.

- Menudo día de mierda.

- Mira el lado bueno. Habéis ganado.

- Ya, y no lo podré celebrar con mi equipo.

- Mierda... Es verdad.- pasan unos segundos de silencio y vuelve a hablar- ¿Cuánto falta para que te dejen ir?

- Me tienen que decir aún lo que tengo y depende de si es grave o no me dejaran salir de este infierno llamado hospital.

- Ay Hera, tu y tu miedo a los hospitales.

- No es mi culpa que de pequeña me perdiera en un hospital y quedará traumatizada.

- No te perdiste, te escaparse de las manos de mamá porque te iban a vacunar.

- Si bueno...- iba a seguir hablando pero el doctor me interrumpe.- Laia, luego te hablo que el doctor ya está aquí.

- Suerte.- la oigo decir antes de colgarla.

-Bueno, Hera ¿Verdad?- me empieza diciendo el doctor a lo que yo sólo me asiento.- Has tenido suerte.

- ¿En serio? ¿Y que tengo?

- Sólo tienes los ligamentos un poco hinchados. Te voy a recetar unas pastillas, pero tienes que estar una semana de reposo y eso quiere decir que nada de fútbol hasta que te mejores.

- Genial.- el doctor me entrega el papel para ir a por las pastillas y me dirijo hacia la puerta.

- Por cierto. Te va a costar andar pero tiene que forzar un poco para acostumbrarte, y creo que lesión de hoy te va a dejar secuelas.

- ¿Secuelas?

- Me temo que no va a ser la primera vez que te va a provocar dolor la rodilla. Te recomiendo que jueges los partidos con una rodillera, ya sabes, para prevenir.

- De acuerdo, y gracias.

- De nada, ten cuidado.

Y fin, salí al fin de esa consulta.

No me dijo nada de la sesión de fotos, pero me dijo que podría andar un poco. Supongo que posar podré hacerlo.

Salgo del hospital.

- ¡Mierda!

Acabo de caer en que nadie me puede traer de vuelta.

Me trajeron los médicos de mi equipo, pero se fueron para celebrar la victoria.

Me parece que no tengo otra opción que llamar a alguien.

Y como si el universo me escuchara, es uno de ellos quien me llama.