O3

281 29 1
                                    

Salí detrás de Diego mientras me abrochaba mi saco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Salí detrás de Diego mientras me abrochaba mi saco. Frente a nosotros, una luz azul era la causante del relámpago y del fuerte viento que se comenzaba a hacer presente.

—¿Qué es eso?— Vanya se coloco cerca mío.

—¡No se acerquen demasiado!— Allison grito por encima del sonido del viento.

—¡No me digas!

—Parece una anomalía temporal— ninguno de nosotros dejaba de ver la luz azul—. Es eso, o un agujero negro miniatura. Uno de los dos.

—¿Si? ¡Pues para mi parece ser un maldito portal!— entrecerré los ojos.

—¡Apártense!— Klaus se abrió paso por en medio de Diego y Luther con un extintor en mano.

Al ver Klaus, que su intento por "apagar" el portal, no funcionaba, lanzo el extintor. Este mismo se perdió dentro—. ¿Qué hará eso?

—No lo se. ¿Tienes una mejor idea?

Cuando el portal volvió a emitir un fuerte relámpago, Klaus retrocedió hasta quedar detrás de Vanya. Mi hermana me sostuvo con fuerza de la mano.

—¡Todos detrás de mi!

—¡Si, detrás de nosotros!— ignorando las palabras de Diego, me sostuve de su brazo con fuerza acercándome un poco, por lo que Vanya avanzo un par de pasos.

—¡Yo voto por correr! ¡Vamos!

Ignore a Klaus cuando la figura de un hombre comenzó a verse por el portal. Sus manos estaban extendidas hacia el frente, poco a poco, su forma comenzó a cambiar convirtiéndose en alguien mucho menor. Aun no lograba reconocer su rostro debido a que mi cabello estaba por todo mi rostro.

De un momento a otro, la figura salió del portal y cayo al suelo en un fuerte golpe. El portal desapareció, al igual que el cielo nublado, el ambiente azul y el viento. Nos fuimos acercando cada vez más para poder apreciar a la persona que había caído del portal.

Cuando se levanto, me fue imposible no abrir los ojos sorprendida y un poco asustada. El estaba frente a nosotros. Después de tanto tiempo, el estaba ahí.

—¿Alguien más ve al pequeño Número Cinco o solo soy yo?

Cinco frunció su ceño ante las palabras de Klaus. Se miro así mismo, para después dirigir de nuevo su mirada a nosotros.

—Mierda...

—Mierda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
HEDY -Number FiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora