infectIVO | OT2020

22. El Principio del Fin

Un nuevo día comenzaba. Era temprano, apenas estaba amaneciendo. Los pájaros cantaban en abundad en medio de aquel bosque. Dentro de los laboratorios, silencio. Todos dormirían hasta tarde luego de la noche anterior.

Sin embargo, había dos personas que no habían pegado un ojo en toda la noche.

Samantha y Ana Julieta se encontraban en el despacho de Vicky Gómez. La directora estaba sentada delante de ellas, con una mirada intimidante, pero a la vez expectante. Estaba esperando pacientemente que las inmunes hablaran.

La noche anterior, el dúo había ordenado la habitación de Jesús y había salido corriendo en busca de Vicky Gómez, no obstante, la directora se había marchado. Por lo que tuvieron que aguardar a primera hora de la mañana para poder hablar con ella. Ahora que la tenían delante, sólo bastaba decir la verdad.

—Lo sabemos todo —soltó Samantha, tomando por sorpresa tanto a la directora como a su compañera.

Vicky Gómez la observó profundamente, como si pudiera traspasarle el alma. La directora se tiró para hacia adelante y apoyó su rostro entre sus brazos.

—¿Qué sabes? —jugó.

—Todo —expresó, con completa seguridad—. Absolutamente todo.

—Samantha, me gustaría jugar a las adivinanzas contigo, pero me temo que estoy muy ocupada —se burló, con una sonrisa traviesa.

Ana Julieta notó la actitud furiosa de Samantha, lista para atacar. Intentando evitarlo, la camarera posó su mano en el brazo de la rubia y se apresuró a robarle la palabra.

—A lo que Samantha se refiere... Es que hemos descubierto la verdad sobre Jesús.

—¿Jesús? —levantó las cejas, aparentando sorpresa—. ¿Qué tiene que ver él aquí?

—Es un asesino —añadió Samantha, sin titubear—. Es el culpable del crimen de Ariadna, el de Nick... Y probablemente participó en el de Rafa.

La directora se relamió los labios y sonrió de forma algo irónica.

—Niñas, por favor... La justicia ya se hizo cargo de eso. Es momento de dejarlo atrás.

—¿Por qué no hablamos de las grabaciones que incriminan a Eli en el asesinato de Ariadna? ¿En la piscina, eh? ¿En la misma piscina que no hay ni una puta cámara?

La sonrisa de Vicky Gómez se borró lentamente al escuchar las palabras de Samantha.

—Eso... No.

—¿Cuánto os pagó Jesús para incriminar a Eli de un asesinato que ella no cometió? —acusó la reportera.

Samantha sonrió de forma desafiante al ver la mirada impactada de Gómez. Ana Julieta sólo pudo quedarse callada, sorprendida y orgullosa del arrebato de la reportera. La directora negó con la cabeza y suspiró, dándose por vencida.

—No había pruebas, pero lo más probable es que ella lo haya hecho. Además, eso no significa que no fuese culpable del asesinato de Rafa. Allí si hay grabaciones.

—Igualmente, Victoria. ¿Por qué nos mintieron? —la enfrentó la camarera—. Nos mintieron sobre algo tan delicado como la muerte de nuestra amiga.

—Ana Julieta, sólo queríamos que tuvieran un cierre, que estuvieran tranquilos —habló Gómez—. Con o sin pruebas, podría asegurarte que fue Eli... Es una narcotraficante muy peligrosa.

—Pues no, fue Jesús... —escupió, con rabia—. Y ustedes, por un par de euros, se vendieron. Lo dejaron que se saliera con la suya.

—Esto no tiene nada que ver con el dinero —se defendió la directora—. Buscábamos justicia. Hay pruebas que Eli asesinó a uno de sus compañeros, lo más lógico es que también lo haya hecho con Ariadna. No entiendo la relación de Jesús en todo esto. Él lo único que hizo fue denunciar y...