two sides of Harry Styles ; larry stylinson.

siete:

Cuando llegaron al hotel, Harry se encerró en su habitación sin decir ninguna palabra y permaneció allí hasta el día siguiente. Se obligó a sí mismo a bajar a la cafetería para comer algo ya que, cuando salió de su cama, un fuerte mareo lo tomó desprevenido haciendo que se sujetara de la pared para no caerse en su camino hacia el baño, en ese momento recordó que su estómago estaba completamente vacío desde el día anterior por la mañana y se maldijo porque por la noche tenía un show que dar y tenía que estar en condiciones para subir al escenario. Así que allí estaba, haciendo un esfuerzo por tomar un té con unas tostadas para tener aunque sea un poco de energía en su cuerpo.

Estaba tan concentrado mirando su taza humeante, que no se dió cuenta cuando Louis se sentó frente a el con una cálida sonrisa.

—Oh, hola.— dijo sintiendo sus mejillas enrojecer cuando vió al ojiazul delante suyo.

—Buen día, ¿Estás mejor?— preguntó suave y manteniendo su sonrisa, a Harry le gustaba cuando sonreía, se veía relajado, algo bastante raro en el.

—Sí, lo estoy.— respondió tratando de evitar aquellos intensos ojos azules.

—Cancelé la entrevista de hoy, estás totalmente libre hasta el show.— le informó cruzándose de brazos sobre la mesa y Harry volvió a mirarlo, esta vez quedando un poco perdido por lo bien que lucía Louis allí, con su aire dominante y confiado, pero a la vez siendo una de las pocas personas en aquel ambiente que mostraba un poco de preocupación por el, sea genuino o no, Harry lo apreciaba.

—Gracias por eso.— le agradeció con una pequeña sonrisa tímida y el castaño negó con su cabeza también sonriendo.

—No te preocupes, descasa para el show ¿De acuerdo?— le dijo tranquilo y despreocupado. Harry se preguntó durante cuanto tiempo iba a durar aquello, cuanto tiempo hasta que se entere de lo inestable que era y como aquello jodía incontables veces su trabajo. Jeff se había cansado de el y como castigo a veces le exigía a Harry más de lo que podía dar, nada le aseguraba que eso no iba a repetirse otra vez.— A las seis nos iremos al estadio para realizar una prueba de sonido, hasta entonces puedes relajarte.

Harry asintió despacio, sintiendo una inquietud en su pecho al saber que se quedaría solo y eso es algo que por el momento no quería. No necesitaba estar solo en una habitación de hotel dónde sus pensamientos tal vez iban a jugarle una mala pasada.

—Um, ¿Puedo quedarme contigo?— preguntó avergonzado y con un poco de urgencia en su voz, arrepintiéndose al instante porque Louis no iba a quererlo cerca más de lo necesario, se lo había demostrado en ocasiones anteriores.

Pero esta vez, obtuvo un par de brillantes ojos azules asintiendo a su pregunta.

—Claro, no tenemos nada importante para hacer, podemos relajarnos juntos.— respondió mirando a Harry con ojos amables.— Solo acompáñame en el desayuno, haremos lo que quieras luego.— le dijo antes de pedirle amablemente a un camarero su desayuno.

Harry se sintió aliviado al escucharlo, dejando su miedo de tener que estar por horas encerrado entre cuatro paredes como un animal enjaulado, últimamente estar solo no era su mejor opción.

—Así que, Harry Styles.— habló Louis con una sonrisa en su rostro sacándolo de sus pensamientos, el camarero ya se había marchado y eran ellos dos nuevamente.— ¿Te apetece hacer algo en especial antes de tu show?— preguntó con curiosidad, sorprendiendo al rizado.

—Um, no realmente, solo... ¿Tienes cosas que hacer?— pregunta con duda y Louis negó con su cabeza.

—No realmente, mira podemos salir a recorrer la ciudad por un rato y luego volver para que puedas tomar una pequeña siesta antes del show, ¿Qué te parece?— sugirió y a Harry le pareció una buena idea, mentener su mente ocupada por un largo rato.