Red De Mentiras (EunHae-Adaptación) Primera Temporada

Capitulo 3

Narra Donghae

-Enserio Donghae ¿Qué pensaste cuando compraste ese pantalón?. Parece vomito de perro acumulado.

Era la novena vez que Camila criticaba el pantalón con el que había venido hoy a la escuela. Tenía que admitir que Hyukjae, tenía razón, Camila criticaba cada cosa que yo pensaba, todo estaba mal para ella. Desearía que Hyukjae pudiera volver a obligarla a comer tierra, aunque esta vez obtendría una sanción más grande que quedarse sin recreo.

-A mí me gusta- Hyukjae apareció enfrente de mi casillero, miro mal a Camila, quien rodó sus ojos apenas lo vio -Deberías fijarte primero en tu patético vestuario antes que el de él.

¿Patético vestuario? Camila tenía puesto una falda con estampados de colores fuertes y un top jean que dejaba algo de piel al descubierto, y los tacones plateados que llevaba eran de infarto.

-Fishy, ¿Podemos hablar? ¿A solas?- preguntó mirando a Camila.

-Si claro, ¿Vamos a la cafetería?

-O tal vez alguien se puede ir- su mirada fría seguía fija en Camila.

-Nos vemos después Donghae- Camila desapareció por los pasillos de la escuela, una sonrisa triunfadora apareció en los labios de Hyukjae.

-A veces alguien tiene que enseñarles a las perras cómo comportarse- dijo tomando el libro que tenía en mis manos.

-Gracias, enserio necesitaba liberarme de ella.

-De nada, Fishy. Ahora sí. Quería decirte que mi familia está en la ciudad. Por lo menos mi madre y mis hermanos, mi padre... Sigue enojado conmigo y se niega a hablarme cosa que haré yo también.

-Hyukjae es tu papá.

-No quiero hablar de este tema aquí, fishy. Los gemelos irán a cenar al departamento hoy, tal vez te podrías lucir con tus talentos culinarios.

-¿Y tú madre?- Pregunté curioso.

-Ella quiere cenar conmigo más tarde, solos.

-Me parece bien. Entonces después de la escuela tendremos que ir al supermercado.

-Esta bien, nos vemos fishy y avísame si la perra te vuelve a molestar- Hyukjae desapareció con una sonrisa por los pasillos de la escuela.

El timbre de salida sonó y me apresuré en guardar todos mis libros en mi casillero. Tenía que apresurarme si quería cocinar la lasaña casera de mi familia, la única receta que había logrado aprender. Corrí por los pasillos hasta llegar al campo de deporte de la preparatoria. No había nadie.

-Hola Donghae- saludó Siwon Choi, uno de los amigos de Hyukjae y compañero de fútbol. Traía su casco de protección en sus manos.

-Hola Siwon. ¿Recién ha empezado?- pregunté tratando de mirarlo a los ojos, su estatura me lo impedía.

-Si, al entrenador le ha dado sus locuras. Se enteró que algunos del equipo estuvieron fumando el fin de semana. Entrenamiento de castigo, estaremos aquí unas dos horas más.

-Mierda ¿Le podrías decir a Hyukjae que yo iré avanzando?

-Claro, adiós Donghae

Salí del campo atlético y llegue al enorme estacionamiento. Demonios, habia olvidado que había venido con Hyukjae. Regresé al campo de fútbol, pero esta vez entre al sótano, donde se encontraban los vestidores. Estaba a punto de hacer la cosa más valiente que haría en toda mi vida, pero si me quedaba hasta el final la cena no estaría lista. Abrí la puerta de los vestidores y me encontré con los gritos de chicos. Apestaba.

-Wow, ¿Te perdiste muñeco?- gritó un chico que estaba por las duchas.

-Hey Lee, tu chico nos vino hacer compañía- gritó otro desde las bancas.

-Tal vez te gustaría hacerme compañía a mi nene.

-Cierra tu maldita boca, Junsu- Hyukjae apareció con una sonrisa en sus labios. Esto le parecía divertido. -A sí que colándote en los vestidores de fútbol ¿no? Qué mal, fishy- se rió para después tomar el casco del suelo.

-Cierra tu boca y dame las llaves de tu auto.

-¿Qué? No te daré las llaves de Honey.

Seguía pensando que era patético que un auto tenga nombre.

-Hyukjae, si no voy al supermercado la cena no estará lista.

-¿Prometes no hacerle daño?

-Lo juro- dije extendiendo mi mano.

Hyukjae caminó hacia su casillero y de este saco las llaves, para después ponerlas en mi mano.

-Gracias por hacer esto, fishy- Hyukjae me abrazo, todo su cuerpo sudoroso estaba encima mío.

-Suéltame en este instante Lee, o te juro que conseguiré una buena ralladura para tu auto- le amenace y él inmediatamente me soltó -Adiós- dije y deposite un beso en su mejilla para después salir del vestidor.