> Capítulo 1 <

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En una habitación de aquel gran castillo, se puede ver a un pequeño español jugando con sus juguetes................completamente solo.

Al exterior de su cuarto, se escuchaban voces de otros niños mientras reían y jugaban, pero tambien se podían escuchar algunos gritos desgarradores junto con el sonido de latigazos.

Era horrible.

Pero para el español no le importaba, ni le tenía que importar, porque de todos modos no le dejaban acercarse a ellos, y ellos no querían acercarse a él.

La soledad era su única compañía.

En eso, se escucha los gritos de una pequeña niña proviniendo de la puerta principal de aquel gran lugar.

Esto llamó la atención del pequeño, ya que mayormente los países que se encuentran bajo el poder de su padre son niños.

La curiosidad le ganó y fue a revisar que pasaba, observando desde las escaleras como aquella niña luchaba por liberarse de los brazos de Imperio Español, quien la cargaba llevándola con los demás países que tenía a su mando.

España sólo los siguió con la mirada hasta que se fueron de su vista, suspiro y retorno a su lugar para seguir con lo suyo.

Pero extrañamente la cara de aquel país no se le iba de la cabeza.

Quería verla. Conocerla. Pero de seguro no le permitirían acercarse, ni por lo menos para saludar.

Estaba solo en aquel castillo inmenso, no tenía amigos. Su padre sólo lo dejaba juntarse con otros niños que sí eran hijos de las otras potencias, pero ellos venían muy pocas veces al lugar.

Simplemente decidió olvidar ese pensamiento sacudiendo su cabeza de un lado a otro, para luego ir hacia la ventana de su habitación y ver el paisaje que tiene frente a sus ojos.

Quería salir, pero también lo tenía prohibido. Que aburrido era vivir allí.

- Hola hijo, ¿Cómo estas? - pregunta una voz grave de un adulto haciendo que el españolito se voltee.

- Hola papá, si.........todo bien - responde mirando a otro lado.

- Te tengo una buena noticia - se acerca al menor y se agacha para verlo mejor  - Conquistamos un país más - sonríe al decir esto, esperando a que su hijo le corresponda de igual forma.

- Oh, que bien - da una leve sonrisa - Entonces, ¿Puedo conocerlo? - pregunta algo entusiasmado, sabía lo que su padre respondería, pero intentar no cuesta nada.

- Este da una breve risa - No, claro que no. Tu eres hijo de una potencia, no deberías juntarte con aquellos llamados indígenas - responde orgulloso.

- Pero me la paso sólo. Alemania, Portugal, Reino Unido y los demás vienen muy pocas veces aquí. Mayormente no tengo a nadie con quien jugar - dice el pequeño - Además, ¿No crees que ya son muchos los países que tienes bajo tu poder?

- Nada es suficiente para nosotros. A parte que llevamos mayor presencia en América - sonríe orgulloso - Y no te preocupes, le diré a Imperio Portugués y a Imperio Británico que traigan a tus amigos para jugar - se levanta y desordena el cabello del menor, quien solo lo mira mientras sonríe un poco, para luego ver a su padre irse del cuarto, dejándolo solo.

Dos países pasan enfrente de la habitación del español. Este solo levanta la mano en gesto de saludo, pero los dos niños al verlo, lo ignoran y siguen con su camino. España agacha la cabeza mientras mira fijamente el piso, realmente no le gustaba la soledad.

Da unos pasos hacia la entrada de su habitación, mirando a los costados si estaba su padre o algún soldado por ahí.

Al no ver a nadie, sale del lugar yendo hacia el pasillo donde había un montón de puertas, y atrás de ellas hay un grupito de latinoamericanos en cada cuarto.

Él ya sabía que aquellos latinos no lo querían ver, porque estos al tener un inmenso odio hacia el Imperio Español, también le tenían rencor hacia el menor sin que él hubiese hecho algo.

Pero bueno, él ya estaba acostumbrado.

De repente, logra escuchar aquella voz de antes, captando su atención y empezandola a buscar por cada puerta.

Era muy fácil de distinguir, ya que el tono era un poco agudo y el idioma era diferente a los otros que ya llevaban tiempo ahí.

Quería conocerla antes que los otros países le hablen mal de él al ser hijo del hombre que los condenó. Quería ser su amigo antes que tambien lo odiara, como lo hicieron los otros latinos.

Al lograr encontrarla, acerca su oreja a la puerta para escuchar aquella dulce voz.

Pero sin saberlo, la puerta se encontraba junta, provocando que el europeo al apoyarse en esta, se cayera mientras que la puerta se abría por completo, consiguiendo así, llamar la atención de 4 sudamericanos que estaban ahí.

- ¿Estas bien? - dice una linda voz que el europeo al instante reconoció, levantó la mirada, encontrándose con una niña acercándose a él - ¿Te encuentras bien? - vuelve a preguntar, pero el español no entendía aquel idioma desconocido para él.

- Em........yo - responde mientras se levantaba del suelo algo avergonzado - So-Soy España - fue lo único que se le ocurrió decir al estirar su mano mientras tenía una pequeña sonrisa.

La bicolor iba a responder al saludo, pero alguien la detiene con el fin de separarlos, interponiendose entre los dos.

- ¿Qué haces acá? - pregunta un blanquiceleste serio - ¿No deberías estar en tu habitación alejado de nosotros?

- Bueno.........yo solo.......... - no tenía excusa alguna para responder la pregunta del país frente suyo.

La blanquirroja no entendía nada, estaba confundida. Apenas sabía un poco de castellano, por lo que puede entender algunas palabras.

- Río de la Plata, ¿Qué sucede? - pregunta en su idioma natal mientras se acerca al argentino (rioplateniense alv XD) tomándolo del hombro.

- No pasa nada Virú, ven - responde otro país en el mismo idioma de la peruana mientras toma el brazo de ella y la hace retroceder.

- Vete - da un leve empujón al español - No vuelvas aquí y ni se te ocurra acercarte a nosotros - dice el celestino para terminar cerrando la puerta en la cara del bicolor.

Este solo se separa de la pared, mirando fijamente la puerta de aquella habitación.

- Suspira - Lo lamento, pero no es mi culpa que les sucediera esto - susurra para luego dirigirse a su cuarto a seguir jugando con la soledad.

Mientras el español se alejaba, se podía ver como la puerta se abría un poco, mostrando a la pequeña peruana observando al otro menor alejarse del pasillo.

Cuando este ya se había ido de su vista, la vuelve a cerrar, preguntándose porque sucedió esa discusión entre él y Argentina, a la vez que le intrigaba saber más de aquel español.

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Hola XD

Historia nueva, WuJu :D

Realmente quisé escribir esto desde hace mucho tiempo :v

Y lo conseguí uwu

Bueno, la verdad estoy muy nerviosa pero ya me arriesgue y no miraré atrás XD

Espero que les guste esta historia :3

Los quelo mucho uwu 💛

No Te Vayas De Mi Lado // Esparú ¦¦ Lunavel28XD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora