Pasaron los días, y el español y la peruana se reunían en el mismo lugar de siempre a la misma hora para así pasar un rato juntos. Charlaban y reían mientras paseaban con cuidado por el tejado del castillo disfrutando la hermosa vista del atardecer.
Era su rutina diaria.
A la rojiblanca le agradaba el español, era muy amable y divertido. No era malo después de todo.
Pero lo único que a ambos no les agradaba era que una vez que se ponga el sol, debían regresar al castillo, separándose del uno al otro y no verse o hablarse más hasta el siguiente día.
Molesto, ¿Verdad?
Aunque solo era tener paciencia con las horas, esperar cada tarde para volver a reunirse. Además, nadie sabía sobre el lugar no tan secreto que tenían los dos, más bien, nadie se imaginaría que dos niños sean capaces de subir hasta el techo tan sólo para conversar.
Nadie lo sabía, al menos hasta ahora.
En uno de esos atardeceres, un boliviano se encontraba vagando por los pasillos del lugar mientras estaba perdido entre sus pensamientos e ideas, pero unas ciertas voces le hicieron perder el interés en esto y prestar atención a lo que le desconcentró.
Pudo visualizar a una peruana bajar del tejado usando unas cajas como escalera, mientras que detrás de ella la seguía un español. El tricolor sólo se acercó a la puerta y se escondió detrás de la pared, inclinando un poco su cabeza para poder saber que hacían esos dos allí.
Los escuchaba hablar pero eso no le respondía la duda del porque la blanquirroja se juntaba con el español, así que decidió interferir.
- Virú. Ja, que sorpresa verte con nuestro enemigo - dice mientras entra a la habitación con los brazos detrás de su espalda.
- Bolivia, ¿Qué haces aquí? - pregunta la peruana volteándose para ver a su amigo.
- Lo mismo me pregunto yo. ¿Por qué estás con él?
- Vamos, ni que estuviera haciendo algo malo - responde defendiéndose.
El tricolor sólo agarra a su amiga de la muñeca y la lleva a un rincón lejos del europeo, quién se quedó callado ante la escena ocurrida.
- Ahora sí, no hay nadie más con nosotros. Dime.
- Esta rueda los ojos y responde - Se ve que no sabes nada de estrategia - dice con una mirada segura y una leve sonrisa.
- ¿Qué estás planeando?, niña - pregunta con una ceja arqueada y los brazos cruzados.
- No me llames así, tonto. Tenemos la misma edad - dice molesta para luego soltar un suspiro - Información.
El boliviano dirige una mirada confusa hacia su contraria al no entenderla.
- Es lo más obvio que hay. Escucha, soy su amiga, ¿No? Será fácil sacar de él información sobre el castillo. Los lugares menos protegidos, la cantidad de habitaciones secretas que tal vez hay, puedo conseguirles toda esa información para escapar de aquí - pausa - Yo me encargo de eso, en cuanto la tenga, yo les aviso para poder poner un plan en marcha. Sé lo que hago. Además, la actuación es lo mío, fingir es pan comido - dice todo esto con una seguridad y confianza envidiable.
- Vaya.........lo tienes todo fríamente calculado. Quisiera tener esa mentecilla - da una leve risa mientras revuelve un poco el cabello de la blanquirroja - Me avisas cualquier cosa, nos vemos luego.
- Sí, hasta más tarde - corresponde con una sonrisa, despidiéndose de su amigo.
Cuando el tricolor se alejo por fin de la peruana, ella no pudo evitar dar un pequeño suspiro de alivio después de toda esa conversación. Se volteó para luego dirigirse de vuelta hacia el español, quien aún se encontraba en el ático. Ella solo se dirigió a él con su linda sonrisa de siempre, sonrisa que le gustaba al español.
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No Te Vayas De Mi Lado // Esparú ¦¦ Lunavel28XD
Random"Desde que te vi, empecé a sentir un extraño sentimiento. Era raro, ya que mayormente me la pasaba solo, sin compañía. A ninguno de aquellos países le agradaba, siempre me miraban con mala cara. Pero llegaste tú, y la soledad se desapareció. Al par...