"WINE" - [EN EDICIÓN]

PREFACIO

Mi último año, tercero, tan rápido pasó todo, los mismos compañeros odiosos, lo bueno es que tengo a Elena conmigo, un año entre nosotras no cambia nada; era mi amiga desde que comenzamos la secundaria, y ahora estábamos por acabar. Demonios.

-Bien chicos, el primer día de último año- comenzó el profesor López.

-Pss, Pss-giro a la derecha sabiendo perfectamente de quién se trataba.

-¿Qué pasa Elena?-

-Escuché que un nuevo chico llegó- me susurra tratando de evitar que le profesor nos descubriera.

Mi boca se abre para emitir alguna respuesta, pero el Señor López me gana carraspenado su garganta. 

-Señoritas- nos da una mirada dura, pero vuelve a dirigirse a todos- Tenemos un nuevo compañero, así que compórtense- voltea buscandolo a la puerta- adelante jóven. 

Un muchacho iba entrando por la ya antes mencionada, con la cabeza gacha; mientras lo observaba un poco descarada de arriba abajo. Cabello lacio, pero alborotado. Piel morena, complexión media, alto.

-Preséntate- indica el Sr. López.

Es cualdo levanta la mirada que noto aquellos ojos negros con pestañas largas. Lo analizo con detalle, cuenta con buenas facciones, pero nada que me enganchara.

-Oliver- dice determinante- Soy Oliver, mucho gusto.

Eso fue todo, un par de palabras más por parte del profesor y toma asiento detrás mío.

Elena me da una pequeña mirada, sé qué quiere decir. Trato de decirle que no, pero no me hace caso. Gira a mis espaldas y  habla.

"Genial" pienso, sabiendo lo tímida que soy y ella aun así lo hace.

-Hola, bienvenido Oliver, soy Elena- le tiende su mano y la estrecha, me doy vuelta. Intercambiamos miradas, esperando alguna respuesta de mi parte. 

Ruedo mis ojos rindiendome-Mónica- le muestro una sonrisa de boca cerrada.

**

OLIVER 

Miro al espejo, "¿en serio necesito ir?" 

La mueca en mi rostro no ha desaparecido desde que desperté.

Tengo el uniforme ya puesto. Ruedo la mirada. Un gran respiro sale de mi tratando de entender por qué sigo intentando esto. 

No me interesa en lo más mínimo.

-¡Oliver es hora, se hace tarde!- insiste mi hermano desde las escaleras.

Bajo arrastrando los pies.

-Sé que no te gusta la escuela, pero tienes que ir- me reprende tratando de hacer que ceda. 

-Ya voy, ya voy- paso de su lado evitando más sermones. 

Al llegar, veo que la secundaria no luce tan mal como pensaba, pero pues tampoco nada de esto es de mi agrado. Mi hermano realiza unos cuantos papeleos, quedando como mi tutor, se va y me guian a lo que se ha convertido en mi salón de clases, el maestro me recibe, la placa indica Sr. López. Escucho la  pequeña presentación, cuando hay un silenció sé que es mi turno, paso; digo simplemente mi nombre y tomo asiento.

Dos chicas voltearon a verme, parecían buenas niñas, algo tontas, pero realmente no me interesaba hacer amigos aquí, pronto saldría.

***

Nota de Autora: 

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