KRAFTKRIEG: Guerra de Poder

Capitulo 1

Hace 57 años, el renombrado artista marcial conocido como Magnus K. dio origen a una de las organizaciones con fines de lucro que con el paso del tiempo sería conocida como una de las más influyentes del mundo contemporáneo: "Kriegkraft". Dicha organización se ha abierto camino a través de la historia luchando por doquier contra el llamado terrorismo en cada una de sus fases bajo contrataciones políticas y militares en todos los países que lo requiriesen, como también contra el crimen organizado. También han servido como guardaespaldas de poderosos empresarios o figuras influyentes dentro de la sociedad en eventos populares, o como escolta para el transporte de mercancía profundamente valorada perteneciente a diferentes corporaciones o mercaderes particulares.

Durante las primeras décadas de su creación, está organización se encargó de obtener fama cumpliendo, de manera eficaz y efectiva todos y cada uno de los encargos de que han llegado a sus manos. Conforme crecía su popularidad también lo hacían sus filas, agregando a ellas a los más experimentados luchadores, ex militares y profesionales en cualquier ámbito provenientes de cualquier parte del globo, para ser capaz de cumplir las expectativas de la organización.

Dicha organización llegaría a ser bastante exitosa en la actualidad, obteniendo el reconocimiento para operar en cualquier parte del mundo, siendo considerada como un símbolo de poder militar en todas las naciones del planeta. Y muy pronto, se enfrentaría a una fuerte catástrofe interna que desembocaría en una guerra de poder que sería inscrita en los futuros libros de la historia humana.

7 de diciembre, 1998. Ciudad de Katari, Unjoku.

Transcurría una apacible mañana ese día, donde el cantar de los pájaros resonaba hasta en los sitios más recónditos de la ciudad. Con el sol iluminando fuertemente las calles, Souta Hayashi saldría de su casa camino a su último día de escuela secundaria. Caminaba por las extensa avenida mientras en su mente solo rondaba un curioso pensamiento; el resultado de un examen de selección que definiría su futuro de allí en adelante, uno que cambiaría el transcurso de su vida por completo. Se trataba del examen de selección de una de las organizaciones más reconocidas de todo el mundo por su eficiencia, «Kriegkraft». Siendo reconocida como el ejército militar más capacitado del mundo, su proceso de selección era extremadamente estricto; solo aceptaban a mayores de quince años que presentaran su inscripción con al menos medio año de antelación. Se creía que durante todo ese período, los examinadores estudiaban minuciosamente las capacidades de los potenciales futuros ingresantes para dictaminar si contaban con las cualidades necesarias para ser considerados siquiera como aspirantes a soldado; sin embargo, unos pocos creían que solo llevaban a cabo una única examinación durante aquel lapso establecido, siendo este más bien un método para que el ingresante se encontrara permanente bajo presión, con el propósito de observar cómo se desempeñaban ante la incertidumbre.

Souta era un muchacho común y corriente de 15 años, cuyas calificaciones se encontraban un poco encima de la media y contaba con una alucinante aptitud física a pesar de su corta edad. Era un chico de tez pálida y un cabello intensamente rojizo que contrastaban con sus ojos azules y rasgados, siendo considerado un individuo exótico en aspecto. Este vivía con su madre Keiko Hayashi, una madre soltera que amaba a su hijo y vivía por y para él. Su padre los había abandonado cuando Souta era muy pequeño. No eran una familia muy agraciada. El poco dinero que ganaba su madre iba directamente a los estudios y a recursos básicos, razón número uno por la cual el pelirrojo estaba tan ansioso de pertenecer a la gran organización, quien a pesar de las constantes desaprobaciones de su madre y los consejos de sus amigos, no dudó de su decisión. El reconocimiento que la organización había obtenido era tal, qué la decisión de llevar a cabo el examen de selección era completamente personal, de modo que un menor de edad no requería de una autorización paternal para participar en la misma, razón por la que el adolescente tenía la oportunidad de aspirar a ingresar a la organización en primer lugar.