Capítulo VI: Black Eyes Blues

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Dos días Después

Tokio, Japón 3:30 p.m

La habitación estaba envuelta en gruñidos, feromonas, gemidos y jadeos de exitacion.
Asami Ryuichi disfrutaba de tomarse un momento para quitarse el estrés acumulado y ¿Qué mejor que con sexo?
Sudou montaba el miembro de Asami, y Yuki se encargaba de besar y lamer los pezones del mafioso brindándole placer también a la par que se masturbaba.

- ¡Ah! Asami-sama, me vengo - genia Shuu apretando sus paredes, Asami otorgó una nalgada fuerte

El orgasmo llegó a Shuu que lo dejo rendido, Asami molesto de que se detuviera quitó a Sudou de si, cambio el condón y entro en Yuki quien se retorcía en la cama, pero de igual manera cayó cansado cuando se vino sobre su vientre.
El mafioso gruño irritado, no había podido venirse y su erección dolía, dejo a ambos omegas tirados en la cama y prefirió darse un baño. Esto ya tenía tiempo pasandole, no podía venirse aunque su erección estuviera dura y eso le molestaba porque no disfrutaba del sexo.

Entro al baño, hacia tiempo que le estaba pasando y eso era exactamente desde que Akihito había desaparecido, el olor en el penhouse ya estaba inundado de feromonas ajenas al platinado. Suspiro irritado mientras sentía que el agua caía sobre él, dejándose llevar por la relajación que le daba el baño comenzó a imaginar a su Omega.

Un Akihito que aún seguía ahí, con olor a vainilla y chocolate que era capaz de traer la calma a su hogar aunque la actitud del menor fuera cortante y rebelde, no dejaba que tras toda esa capa de seriedad está un corazón noble que mostraba con algunos pocos que ganaban su confianza. El cuerpo blanco y desnudo del menor invadió su cabeza como una maldición, lo sintió tan real mientras envolvía su miembro con su propia mano, imaginando que era la boquita del de ojos avellana que lamía cada extremo de su pene

- ¡Mhg! Ryuichi - se imagino la voz del menor suplicándole por más en lugar de quejarse

- Gh.. Akihito - gruño imaginando que el platinado estaba sobre él decidido a montarlo. Imagino que con sus manos grandes acariciaba las suaves y esponjosas nalgas del menor.

Lo imagino de todas formas haciéndolo llegar al orgasmo, pudo sentir su propio semen caliente dispararse en su mano, cuando sus ojos miel/dorado se abrieron, aquella imagen candente de Takaba había desaparecido.

- Parezco un maldito puberto - gruño Asami

Tiempo después salió del baño, Sudou y Yuki seguían desnudos y desparramados en la cama, Asami se vistió con su habitual traje y camino hacia la sala, en ese momento Kirishima hizo su aparición.

- Buenas tardes, Asami-sama - saludo el de gafas. Asami solo asintió

- ¿Hiroto y el escuadrón que envíe no han vuelto? - cuestionó esperando buenas noticias

- No, Asami-sama - antes de que alguien dijera algo, la puerta se abrió dejando ver a Suoh

- Disculpe mi intromisión, Asami-sama. Pero creo que tiene que ver esto - dijo mostrando una caja algo grande - Estaba afuera, registre el interior un poco pero no es nada letal. Y pensé que necesitaba verlo ya que está dirigido a usted. Pero...

- ¿Qué pasa?

- De ella proviene un olor extraño, como algo caducado

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