✨ Cuatro ✨

1.3K 226 69
                                    

Tae iba de camino a casa de su mejor amigo, trataba de entretenerse en cualquier cosa para evitar pensar en lo difícil que fue su conversación con Namjoon, a la hora de ir a dormir, el más alto lo abrazo durante toda la noche, lo escucho llorar lo más bajito que podía y quiso, por un momento, un minúsculo momento, que Suga no hubiera aparecido.

Todo con Namjoon ahora le sabia a despedida y le dolía, le dolía realmente porque el moreno habia estado con él por mucho tiempo, habia sido su soporte, su amigo, su amante, su todo.

Y las cosas no fueron realmente comodas en la veterinaria, para nadie paso desapercibido que ahora llevará un pequeño al hombro, todos preguntaba curiosos sobre él y Suga no dudaba en hablar y hacerse notar.

Lo realmente bueno fue que, con la presencia de Suga, los animalitos se mantenian más en calma durante las revisiones y cuando debía hacerse una curación o aplicar una inyección. Suga hacia que todos se sintieran tranquilos y felices a su alrededor.

Suspiro cansado cuando estaciono frente al hogar de su mejor amigo, recién ahí se dio cuenta de que la pequeña criatura dormía acurrucado a un lado suyo. Lo tomo con mucho cuidado y lo acomodo en el bolso central de su sudadera, hizo todos sus movimientos con sumo cuidado de no despertarlo pero tratando de ser rápido.

- ¡Tae! - la voz emocionada de su mejor amigo le hizo sonreír.

Jungkook tenía su misma edad pero se veía tan joven con esa sonrisa en sus labios que difícilmente había desaparecido en los últimos ocho años. Se veía tan feliz.

- Que bueno verte Jungkookie - saludo Tae abrazando al pelinegro.

Ambos ingresaron a la gran casa que el joven poseía y se situaron en la sala mientras una chica de servicio iba a preparar café y galletas para ellos.

- Tenía mucho tiempo que no venías a verme - reprochó el pelinegro con un puchero en los labios.

- He estado muy ocupado Kookie.

- Lo se, pero te he extrañado.

- También yo a ti. ¿Cómo has estado?

- Bien, un poco ocupado con lo de la fiesta de aniversario pero todo bien. ¿Vendrás?

- Por supuesto, no me la perdería.

- Me alegro, estaba tentado en decirle a Jin a que obligará a Namjoon a arrastrarte hasta aquí.

La sonrisa del rubio decayó un poco y su amigo lo noto.

- No sera necesario, si vendré.

Tae recorrió la habitación con la mirada, no le extraño ver aquel casi altar que el mayor habia colocado al centro de la habitación. En el había una camara fotográfica profesional, una foto de un paisaje con la cabeza de alguien asomandose por casualidad, un certificado de matrimonio y una foto de bodas, estos últimos enmarcados.

- Veo que Jin se ha tomado muy enserio lo de atesorar su unión - Jungkook poso su vista en el aquel rincón y sonrió.

- Jin agradece nuestra unión, te juro que no deja que nadie toque nada de ahí, incluso me compro otra cámara y rebusco hasta que encontró el rollo de donde venía la foto donde lo encontre por primera vez, ni que decir de las hojas donde nuestros nombres aparecieron juntos por primera vez, y eso que se trata de una lista de asistencia de clases - Jungkook sonreía en grande.

Amaba a su esposo, su unión fue increíble. Sus Tiny's aparecieron juntos, justo el día de inicio de clases en la Universidad, el mayor era profesor de contabilidad y Jungkook su alumno, apenas había cruzado la puerta del salón cuando el resplandor alerto a todos los presentes del nacimiento de los pequeños, fue extraño y mágico. Los pequeños JK y Jinnie corrieron apenas se pusieron de pie. Ambos se encontraron a mitad de camino y se abrazaron mientras reían emocionados. Para él resto también fue emocionante darse cuenta que el amor y las criaturas no tenían un límite ni condición. Poco después encontraron una fotografía que Jungkook había tomado de un paisaje, fue una toma casual en la que parecía Jin meses atrás, dando inicio a su camino como destinados.

Tiny Tan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora