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— ¿Cuánto más tiempo estaré en esa dichosa selección final? — Preguntó dramáticamente desganado HyunJin tras sentarse en la mesa con ambos al prepararles la cena.

— ¡Son siete días! — Seungmin suspiró pesadamente, nuevamente teniendo que oír la obsesión de Jeongin con el último anime que había visto y no superaba, y aparentemente, HyunJin estaba dispuesto a seguir sus tonterías con tanta paciencia y cariño que no podía creerlo. Ni él soportaba a veces lo otaku que era su omega. — Te quedan dos. Tendrás que superar al último demonio, según mis informes comió más de ochenta humanos.

— Entonces, ¿es probable que si llega a los cien humanos se convierta en una de las doce lunas demoniacas? Me tocará difícil — Pese a que las palabras de HyunJin no fueron más que para continuar la charla boba con Jeongin, el silencio reinó.

Seungmin observaba a HyunJin sorprendido y Jeongin no se quedaba atrás, con sus grandes ojitos brillando de emoción y felicidad al observar a su alfa.

— ¿Qué? — Susurró asustado — ¿Dije algo mal?

— ¿Entiendes de lo que Jeongin habla? — Sin dudarlo, asintió con una sonrisa tan adorable.

— Sí, todo de lo que ustedes hablan lo investigo. — Explicó. — Quiero poder entenderlos siempre y tener mucho de que hablar con mis omegas.

Jeongin jadeo y Seungmin sonrojó, sin embargo, Jeongin no se pudo contener a levantarse de su asiento y acomodarse en el regazo de HyunJin abrazándolo fuertemente.

— ¡Dijiste que somos tus omegas! — Chilló emocionado, apretando más el agarre entre besitos desordenado en la cabellera de HyunJin. — ¡Ya terminaste la selección! Has aprobado, Seungmin nunca se interesa en lo que veo, ¡Es primera vez que alguien lo hace!

— Jeongin, suéltalo. Lo vas a matar — Murmuró Kim entre risas, casi sintiéndose culpable por no haberse dado cuenta lo importante que era para Jeongin algo como ello, pero no podía negar que la mención de ser los omegas de HyunJin y la confusión del alfa, realmente había impactado en su corazón.

Cuando Jeongin lo hubo soltado, HyunJin movió su silla hacia atrás para separar sus piernas y que el omega se sentase cómodamente sobre uno de sus muslos. Seungmin los observaba con cariño, pero cuando la mirada del alfa cayó sobre él, no pudo detener su sonrojo y el desvío de su mirada nerviosamente.

— Ven aquí, Seungmin. — Invitó HyunJin, palmeando su muslo libre.

Yang sonreía maliciosamente, sabiendo lo mucho que a Seungmin le gustaba ser consentido. Siendo la primera vez en la vida que alguien lo trataba con tanto cuidado y cariño, sabiendo también que pese a huir de aquellas acciones, se rendía a ellas rápidamente.

Con Seungmin sobre el muslo de HyunJin y Jeongin en el contrario, el mayor acarició las mejillas de los omegas con ternura, pasando su mirada a cada uno sin perder detalles de sus finas facciones.

— Son mis omegas y los voy a cuidar toda la vida. — El cosquilleo en el vientre de Seungmin fue abrumador, pero Jeongin no se veía tan afectado como él. Ambos sonreían hacia el alfa, pero no podía entender por qué las acciones del alfa impactaban tanto en él. — Y con el tiempo, los voy a amar con todo mi corazón.

En aquella ocasión Seungmin no pudo controlarlo, no cuando su labio inferior tembló y su mirada se empañó. No estaba derramando lágrimas de tristeza, sino de emoción, de alegría y de anhelo.

Jeongin lo observó con ternura, podía sentir lo que Seungmin experimentaba a causa de la conexión de las mordidas. No podía comprender lo que al mayor le ocurría, pero si podía ser su contención siempre que fuese necesario, pero, por supuesto, HyunJin no entendía.

De Omegas y Alfa [HyunMinIn] ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora