2.- Serafín del Talento.

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Las miradas eran fugaces, parecía que ninguno de los dos se quería separar. Pero no era así, Lucifer ansiaba que Leviatán se fuera de una vez por todas, ya dijo lo que tenía que decir ¿Por qué seguía aquí?

—Ya te puedes ir.

—Oh sí, eso lo sé.— Su sonrisa se abrió más haciendo confundir a Lucifer. —Pero todavía me estás sosteniendo del cuello... ¿Qué puedo hacer yo si no me dejas ir?

Orgullo maldijo el día en que se volvieron a ver. Ese día donde supo que él y aquel demonio estarían en dos cuerpos encerrados, pero como si no fuera suficiente, que hasta los mismos dos portadores se enamoraran.

Dejó el cuello del otro y se recostó de su trono.

—Bien.— Continuó Envidia. —También te quería decir... El pequeño te extraña. Adiós.

Iba a abrir la boca, sin embargo, el demonio se volvió agua, mojando su rostro y haciendo que volviera con las maldiciones hacia su compañero. De verdad ¿Qué había pasado con el respetado Lucifer? Ahora parecía que todos se la estaban descontando por los años anteriores.

° ° °

Un año después.

—Mi señor...

—¡No me molestes!— Gritó enojado, creía haber dicho claramente que ese día lo dejaran totalmente solo. Su humor solo hacía empeorar y la voz de sus engrendros se le hacia cada vez más insoportable.

Había pasado un año desde que Leviatán, Chenle y Jisung abandonaron su estadía en el infierno para irse a la tierra. Desde ese entonces, no sabía nada sobre Envidia.

Porque aunque no lo admitiera, sus engendros lo mantenían al tanto con algunas cosas que pasaban en la vida del pequeño que lo acompañó tanto tiempo.

En todo lo que conllevó desde su llegada hacia el infierno, pudo gobernar algunas partes de este, algo que aumentó mucho su ego pues ya volvía a ser respetado como antes y temido como siempre.

—Pero mi señor...

—¿Pero?— Lo cuestionaron. Un demonio había dicho la peor palabra en su presencia. Rió sarcásticamente mientras tomó al demonio del cuello y con su mano convertida en sombra, atravesó el corazón de este. —¿Alguien más quiere hablar?— Preguntó a los otros demonios en la sala quienes se esfumaron despavoridos. —Bien.

Caminó hasta la salida de la sala, quería aire. Vivir mucho tiempo en un cuerpo humano produjo nuevas cosas en él, como la angustia. Y ese momento, sentía que podía ahogarse en cualquier momento.

Por los pasillos de su mansión escuchó una risa y se frenó en seco. Volteó a todos lados y después sacudió su cabeza, no era verdad. Todo fue producto de su imaginación. No pudo haber oído la voz de Jisung tan repentinamente.

Entró a su habitación donde un chico lo esperaba. ¿Por qué no lo dejaban tranquilo? Sí esto seguía así podía explotar todo el castillo.

—Hey.— Saludó el mago con la mano. Nadie había llamado su presencia pero estaba aquí con la intensión de ayudar al demonio por algún favor de hace muchos años.

—Dejame solo.— Bramó con el mismo tono que había utilizado en todo el día, demandante y molesto. Sin embargo, el chico no era alguien a quien se le pudiera dar órdenes y simplemente ignoró la protesta del otro.

—Toma.— Sacó una bola de cristal de su bolsillo y se la enseñó a Lucifer. No había tardado mucho en hacerla, pero para alguien normal, esa esfera podia ser un recurso difícil de crear.

—¿Y qué se supone que haga con eso?— Preguntó con extrañeza.

—Lo sabes.— Respondió Min Yoongi. Sabía la razón por la cual Lucifer estaba enojado y tal vez con eso conseguiría que su humor mejorara, aunque también había la opción de todo lo contrario. Pasara una u otra cosa, solo debían esperar hasta mañana, donde en la tierra se celebraría el cumpleaños del chico más pequeño de DREAM.

🌙🌙🌙

Creo que dos caps más y se termina la historia. Cómo dije, es corta.

Por cierto, en mi otra historia pregunté algo y me dijeron que era una falta de respeto que lo preguntara. Así que no preguntaré eso otra vez. Pero, sí quisieran interactuar más conmigo... ¿Qué aplicación usan más? (Para abrirme una cuenta)

Gracias por leer. Les regalo una rosa:🌹

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