Luhan no podía creer lo difícil que era concentrarse en conducir. Chanyeol había hecho las reservas para volar de Seul a Incheon y luego a Bucheon. Un total de poco más de cuatro horas de vuelo. Sin embargo, también tenían que llegar a Seul por carretera, y eso involucraba estar atrapado en un coche con el hombre de sus sueños otro par de horas.
Tenían que salir de Seul a las cinco menos diez de la tarde, así que Luhan recogió a Sehun a mediodía, para asegurarse que tenían un montón de tiempo para llegar al aeropuerto.
Habían quedado en encontrarse esa noche en el aeropuerto de Bucheon con el Beta de la manada de Daegu. En ese momento, Luhan deseaba estar ya allí, y no encerrado en el coche con su compañero, lo que era el puro infierno. Mirando por encima una vez más al hombre que tenía junto a él, Luhan se sorprendió del hermoso hombre en que se había convertido Sehun mientras crecía. Era sexy como el pecado cuando tenía dieciséis y había continuado siendo así a medida que se hacía más mayor.
Sehun estaba fingiendo dormir con sus auriculares en sus oídos, escuchando su iPhone. Luhan sabía que solo fingía dormir, ya que podía ver la tensión en los músculos de Sehun y oír su respiración sobre la música tanto del iPhone como del estéreo que él estaba escuchando.
Sehun se había despedido de su familia, le dijo holay esas fueron las únicaspalabras que habían salido de su boca en la última hora. No podía culpar a su pareja tanto como le gustaría. Luhan sabía que los últimos diez años habían sido duros para Sehun, sobre todo porque no entendía por qué no podían estar juntos.
A Luhan nada le gustaría más que detener el coche, abrazar a su compañero y violar su sexy boca. También sabía que solo era un sueño que nunca se realizaría mientras su padre viviera. Luhan odiaba a su padre, lo había hecho durante los últimos diez años, a pesar de que era el hombre que una vez lo había engendrado.
Hacía diez años había cambiado todo. Luhan no sabía que su padre era un bastardo homofóbico. Nunca dijo una palabra cuando su mejor amigo, Chanyeol, salió del armario. Al parecer, su querido papá, estaba perfectamente bien con que otras personas fueran gays, siempre y cuando su hijo no se pervirtiera al acostarse con hombres.
Luhan apretó las manos alrededor del volante hasta que los nudillos se le volvieron blancos. Nunca le perdonaría a su padre lo que había hecho. Era posible que hubiera dejado de acoplarse con Sehun, pero Luhan se negó a estar con cualquiera de las mujeres con las que su padre había tratado que se estableciera durante esos años. Se negó de plano a deshonrar a su compañero de esa manera.
Mirando otra vez a su compañero, Luhan se dio cuenta de cómo el pelo de Sehun había caído sobre su rostro y ocultaba sus hermosos ojos, aunque estuvieran cerrados. La mano de Luhan tembló en el volante, deseaba acercar la mano y meter el cabello desordenado detrás de la sexy oreja. Luhan negó con la cabeza por ese pensamiento y dejó escapar una carcajada ¿Oreja sexy? Realmente debía estar muy mal si encontraba sexys las orejas.
Sehun pareció intentar renunciar a su sueño yse volvió hacia Luhan conuna ceja levantada en interrogación.
—Lo siento, solo pensé en algo divertido. —Luhan se encogió de hombros, sin estar seguro de lo que Sehun quería decir.
—Me alegro de divertirte —el sarcasmo no pasó desapercibido para Luhan.
—Sehun —Luhan no pudo seguir más lejos al ser interrumpido.
—Olvídalo, Luhan. No me gusta esta situación más que a ti, pero me niego a no hacer todo lo posible para ayudar a mi hermano y su compañero. —Luhan oyó fuerte y claro el énfasis que puso Sehun en la palabra compañero.