sexto puchero

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Beomgyu tenía sus manos entrelazadas bajo su barbilla, miraba fijamente a su pequeño hijo en el sofá de su oficina mientras el bebé regordete jugaba muy entretenido con el viejo conejo de peluche.

Sunwoo se veía como cualquier bebé inocente, abrazaba y mordisqueaba al peluche, soltando balbuceos, risitas y grititos de emoción, toda una escena verdaderamente tierna.

Sin embargo, Beomgyu aún no lograba procesar todo lo que su bolita de algodón había hecho horas atrás acompañado del pequeño Kim Sunoo.

El pequeño Kim era conocido en la estancia infantil por romper cualquier cosa que estuviera a su paso, definitivamente herencia de su padre, Soobin.

Pero aún así, solía ser bastante cariñoso y tranquilo, gracias a Yeonjun.

Cuando Mina, la chica a cargo de los bebés, había llegado hasta él para "devolver" a Sunwoo, Beomgyu llamó a Soobin y pospusieron la reunión para tres horas más tarde, él esperaba recibir una negativa, pero se alegro al escuchar que Soobin aceptó de inmediato, alegando que necesitaba buscar quién cuidara de su hijo, Beomgyu se sorprendió porque a su buen amigo también le habían devuelto a su bebé, entonces se les ocurrió que sería buena idea investigar lo que había pasado, a través de las cámaras de seguridad.

Una ventana rota, pintura derramada, comida esparcida por el suelo, el estante de juguetes estaba vacío y todos los juguetes regados por todas partes, talco de bebé flotando en el aire, y como cereza del pastel, vomito de bebé sobre la pobre chica.

Sunwoo y Sunoo habían hecho de las suyas, incluso los demás pequeñitos estaban asombrado de ellos, celebrando cada una de sus travesuras con risitas y aplausos.

Sunwoo se estiraba y se ponía de puntitas, intentando alcanzar una bola con figuras geométricas que estaba sobre el estante de juguetes, al no alcanzarla, comenzó a escalar pero rápidamente su pancita regordeta lo llevó de vuelta al suelo, rodando por el piso acolchonado.

El pequeño Sunoo se había acercado a Sunwoo para ayudarle, el hijo de Soobin tenía dos años, por lo que le era más fácil alcanzar el juguete, pero se le ocurrió la gran idea de subirse al muele, su camisita había quedado trabada de una esquina, y al bajarse, hizo tambalear todo el estante provocado que todos los juguetes cayeran al suelo.

Lo demás había sido cuestión de berrinches, Sunwoo quería volver con su padre, y estaba furioso, su ceñito fruncido mientras lanzaba el control contra la chica era una clara señal, también le había devuelto sobre el vestido la papilla de pera que tuvo acumulada en sus mejillas.

Sunoo había sido el responsable de la ventana rota, y del talco en todo el lugar, a Sunwoo le pareció divertido cuando Sunoo aplastó sin querer la botella que contenía el polvo blanco, y al pequeño Kim le había gustado tanto la risita de Sunwoonnie que siguió presionando la botella, cuando se acabó el contenido habían seguido con otra y así sucesivamente hasta que la chica estaba casi llorando sin ningún éxito al tratar de controlarlos y cuidar al resto de los bebés.

"Wooah."

"¿Es todo lo que dirás?"

Soobin se encogió de hombros a su lado, ambos habían visto la cinta de grabación y estaban considerablemente asombrados.

"¿Compraré la ventana?"

"Claro que lo harás, Sunoo la rompió."

"Bueno, tiene bastante fuerza."

"Y muy mala puntería en el fútbol."

"Al menos hay que ver el lado bueno."

"¿Acaso hay algún lado bueno?"

"A Sunoo le agrada Sunwoo."

Los adultos giraron la mirada, hasta los niños en el sofá.

Sunoo estaba dormido, abrazando la pierna regordeta de Sunwoo, a quien parecía no importarle y seguía jugando con su peluche viejo.

Beomgyu y Soobin rieron, hasta que se dieron cuenta de que las carpetas con las hojas para la reunión habían sido utilizadas para hacer barquitos de papel, pintados con marcadores que el mismo Soobin le había pasado a los niños para jugar mientras ellos veían la grabación.

Soobin se acercó a su hijo que seguía dormido en el sofá, lo tomó en brazos bajo la atenta mirada de ceñito fruncido que le daba Sunwoo acompañado de balbuceos que muy probablemente eran insultos en su idioma infantil, y se giró para ver a Beomgyu.

"Bueno Beom, tienes dos horas para hacer de nuevo las estadísticas, te veo en la reunión."

Estuvo a punto de negarse, claro que si, pero recordó que el día anterior no había asistido al trabajo y bueno, aunque Soobin fuese su amigo, también era su jefe.

Lo principal sería encontrar una solución para poder trabajar y al mismo tiempo cuidar de Sunwoo, una extraña sensación de que algo saldría mal se instalo en su pecho, pero decidió ignorar la alarma.

Cuando Sunwoo iba con Taehyun al trabajo siempre era una bolita de ternura y buenos modales.

Asi que no podría ser tan difícil cuidarlo ¿cierto?

; una semana ¿con papá? ෆ beomhyun²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora