• Pruebas •

2.9K 300 19
                                    

—En realidad no sé cómo empezar, creo que escribí almenos un diario por año, lo que serían 16 diarios -Miró los que el tenía a la par- Aprendí a leer y escribir a los cinco años, desde ahí empeze a relatar cosas de mi vida en ellos, buenas y.... Malas, almenos un diario por año.

—Así que 16 diarios, yo aquí traje los que me parecieron más interesantes, junto con unas cartas -Eran almenos tres de ellos los que él tenía allí- Te escucho demonio.

—Cuando tenía seis años conocí por primera vez a mi tío Tsugikuni Michikatsu, unos meses después entrené con mi padre, pero el primer día de entrenamiento lo dejé debido a que no me gusta la violencia -Los Rengoku la escuchaban atentamente, aunque el mayor tenía una cara seria y molesta ella no se dejó intimidar y prosiguió- Sólo curaba a los heridos y cansados por el entrenamiento por lo que desde muy joven aprendí medicina debido a algunos libros que leía.

—Cuando tenía diez años mi tío Tsugikuni-San a sus treinta años dejó todo para unirse a los demonios, esa misma noche yo estaba decidida a entrenar como cazadora de demonios, se lo pedí a mi padre y desde entonces entrené con él hasta que cumplí los veintiún años... Mi padre enfermó debido a su marca y no había cura, para ello me convertí en demonio buscando otro método... Pero sólo acabé con él más rápido y... -Bajaba un poco la mirada-.

—En todo lo que has dicho -Le interrumpió el mayor de los Rengoku- Está bien, pero estás omitiendo las cartas y su contenido, también otra persona que al parecer también fue importante en tu vida, no es que me interese pero habla ahora, me desesperas.

—¿Otra persona...? -Se quedó pensativa un momento y antes de que el mayor de los Rengoku hablara ella habló- Creo que sé de quién habla... Michiko-Kun, mi mejor amigo y una persona que admiré, él fue... Asesinado por la marca y por mi tío, no había pensado en él en mucho tiempo, la carta de la que habla es una donde él decía que en mi primera misión me iba a llevar a un pueblo que recientemente había visitado, en ese entonces aún tenía catorce años y no había sido enviada a ninguna clase de misión.

Kyojuro estaba atento, ella estaba hablando mucho más de su pasado, cosas que no había mencionado por que al parecer le dolían, mientras tanto el padre de Kyojuro le costaba aceptar que ella si tenía razón, pero no podía negarlo no quería ayudar a un demonio, y menos a uno que quería ser cazador.

Después de unos minutos hablando y discutiendo sobre el asunto, leyeron los diarios que ella había escrito con su puño y letra, el mayor de los Rengoku no sabía que otra excusa poner para demostrar que ella mentía, ella había acertado a todo.

—¡Pueden irse ya! La demonio es inocente, ahora no me molesten o hagan lo que quieran, ni siquiera se por qué debía ayudar a un demonio o a los cazadores, es simplemente estúpido, ya váyanse -Se dió la vuelta- Tu respiración es lo único de admirar aquí.

—Sé que esto lo ha estado resguardando su familia hace mucho, pero ¿Me permitiría llevarmelos? -De hecho la idea era mostrarle todo a los demás-.

—Haz lo que quieras, después de todo son tuyos -Bebió otra copa de Sake como había hecho unas tres o cuatro veces antes mientras hablaban-.

—Con esto nos retiramos padre -Kyojuro se puso de pie- Por su salud tenga cuidado y no beba mucho ¡Por favor! -El mayor sólo lo ignoró y ellos salieron de allí-

—Hikaru-San está de más decirlo, pero entiendo lo que has hecho y ahora que sé mucho más sobre tí, lamento mucho haber dudado ¡Confío mucho en tí mi joven muchacha! -Hikaru sonrió y Senjuro apareció frente a ellos-.

—¿U-usted es Hikaru? -Le miró hacia arriba así que ella se agachó para quedar a su altura-.

— Sí, es un gusto Senjuro...chan -No sabía exactamente como decirle aunque la última vez le dijo "kun" y no quería ser irrespetuosa-.

≈Nueva Generación≈ «‡La hija de Tsugikuni Yorīchi‡»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora