Una cruda realidad: una infidelidad

Un Matrimonio... Una realidad

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¿Qué es un matrimonio?

Nos han definido este término como la unión de dos personas por medio de alguna ceremonia...

Para mí, significa amar, unirse a la persona que se quiere, alguien a quien se le abren las puertas de su corazón...

Claro, eso hice... amé a un hombre que ante mis ojos era sencillamente perfecto, cada parte de él era perfecta... su rostro, sus masculinas facciones, su sedoso y oscuro cabello, sencillamente TODO... Nunca creí que me encariñara de una manera tan exagerada con una persona, he llegado a dejar mi corazón y mi alma en este matrimonio, pero... olvide tener presente que una relación es de dos personas, no de una sola...

Estaba en la cocina de nuestro apartamento, una gran y lujosa habitación de color negro con blanco y uno que otro detalle de color café, me estaba preparando onigiris y dangos para ir a ver a Sasuke, mi esposo. Quería sorprenderlo, solo quería salir de la rutina típica, así que decidí ir a su oficina para comer juntos y por qué no, tomar unas pocas copas de sake.

Antes de salir de casa decidí llamarlo, lo último que quería era ser inoportuna.

Un timbre... Dos timbres... Tres timbres... Finalmente.

-Hmp, ¿Si? - "contesto" con su clásico monosílabo.

-Buen día Sasuke-kun- dije con un tono alegre, al ya estar acostumbrada a sus "amplias" respuestas.

-¿Qué pasa Sakura? - contestó- ¿Pasó algo?- reí un poco tímida.

-Lo siento cariño, solo quería...- pensé un segundo mis palabras- saber cómo iba tu día ¿Acaso estás ocupado?

-No, de hecho estoy ordenando unos documentos- habló con su típico tono cortante -mm - dudó por unos segundos- y... ¿Qué tal tu día? - dijo un poco forzado, siempre ha sido de pocas palabras.

-Bastante bien, pensaba en...- volví a dudar- ir a ver a Hinata y Naruto- Mentí para darle la sorpresa- entonces ¿Tienes más reuniones hoy?

-Jm no.

-¡Perfecto! - carraspee mi garganta- digo... bien Sasuke-kun nos veremos en la noche.

-Claro - cortó la llamada.

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Llegue al frente de la empresa de la familia Uchiha, Sasuke junto con su hermano mayor Itachi manejan la vicepresidencia de dicha corporación, en la presidencia se encuentra Uchiha Fugaku, mi suegro. Pocas veces iba, normalmente lo hacía para acompañar a Sasuke a alguna reunión importante, en donde me presentaba como su esposa, claro luego de 5 años de matrimonio mi asistencia es segura en estas reuniones. Gracias a eso ya era reconocida por los empleados del edificio.

Al entrar se encontraban unos cuantos empleados junto con el jefe de seguridad de la corporación, Yahiko, un joven de cabello naranja y ojos color miel, siempre muy amable y respetuoso.

-Buen día Uchiha-san, es un gusto verla acá. ¿Cómo se encuentra? - dijo animado el peli naranja.

-Bastante bien Yahiko es bueno verte de nuevo... han pasado... unos 2 meses creo- dije con una sonrisa amable.

-Así es, desde la última reunión- asintió sonriente- entonces, es bienvenida señora- dijo abriendo las puertas con una reverencia, sin revisarme o hacer alguna inspección.